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Los hutíes forman una Comisión de Seguridad en Yemen para afianzarse en el poder

Los milicianos chiitas anunciaron este sábado la creación de una Alta Comisión de Seguridad en Yemen para consolidar su control en el país, un día después de hacerse con el poder.

Los milicianos chiitas anunciaron este sábado la creación de una Alta Comisión de Seguridad en Yemen para consolidar su control en el país, un día después de hacerse con el poder.

El viernes, los rebeldes conocidos como hutíes disolvieron el Parlamento yemení y crearon nuevas instancias dirigentes en este país, privado de ejecutivo desde hace dos semanas, medidas denunciada como golpistas por los manifestantes y desaprobadas por Estados Unidos y la ONU.

En el comunicado difundido este sábado, los hutíes señalaron que los ministros de Defensa y de Interior del gobierno dimisionario se encuentran en esta comisión securitaria, que “dirigirá los asuntos del país hasta la puesta en marcha un Consejo Presidencial”.

Las nominaciones han sido acogidas con desconfianza, sobre todo en el entorno de los fieles al presidente Hadi, entre los que se encuentra el titular de Defensa. “Hemos perdido todo contacto con él y tememos por su vida”, dijo a la AFP su jefe de gabinete, Abdel Aziz Mansur.

El viernes, en una “declaración constitucional”, la milicia anunció la creación de un Consejo Nacional de 551 miembros para reemplazar al Parlamento disuelto tras meses de disturbios.

El futuro Consejo Presidencial, que será elegido por ese Consejo Nacional, deberá formar un gobierno de competencia nacional para un periodo de transición fijado en dos años.

Tras el anuncio de este sábado, y en desafío la nueva autoridad en Saná, una explosión en la entrada sur del palacio presidencial, controlado por estos milicianos desde el 20 de enero, se saldó con un policía y un civil heridos, informaron varios testigos.

Los comercios del sector cerraron a petición de los milicianos, que buscaban otros explosivos, según varios testigos.

Simultáneamente, los rebeldes chiitas volvieron a disparar al aire munición real para dispersar, como el día anterior, a los numerosos manifestantes que protestaban en Saná y otras ciudades del país, contra lo que califican de ‘golpe de estado’.

Según varios testigos y activistas, ha habido al menos “17 detenciones” en la capital.

Yemen, país con mayoría sunita de la Península Arábiga y aliado de Estados Unidos en la lucha contra Al Qaeda, está sumido en una profunda crisis política desde la dimisión, el 22 de enero, del presidente Abd Rabo Mansur Hadi y su gobierno dos días después de la toma del palacio presidencial por los rebeldes chiitas.

Las monarquías petroleras del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) denunciaron este sábado un “golpe de Estado” por parte de las milicias chiitas y ligando su propia seguridad a la de Yemen, advirtieron de que tomarán “todas las medidas necesarias para defender sus intereses”.

La maniobra de los hutíes para hacerse con el poder se produjo un día después del fracaso de las negociaciones, auspiciadas por el emisario de la ONU en Yemen, Jamal Benomar, para alcanzar una salida de la crisis.

El enviado, que abandonó precipitadamente el país tras la “declaración constitucional” de los rebeldes el viernes, volvió este sábado a Saná, donde según la agencia oficial Saba, debe reunirse con el “Comité revolucionario” (apelación referida a los rebeldes) y con “formaciones y partidos políticos”.

El espectro político yemení se divide entre los que han denunciado la acción de los hutíes como un golpe contra la legalidad constitucional y los que no han reaccionado aún oficialmente.

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