“A estas personas se les confiscaron armas de uso exclusivo del Ejército y al parecer granadas de fragmentación, municiones que no son para la ciudadanía o cuerpos de seguridad municipal ni estatal”, añadió la fuente.

Por su parte, Alberto Gutiérrez, exmiliciano y ahora comandante regional de la Fuerza Rural Estatal, confirmó el arresto.

Mireles, quien con su espeso bigote y sombrero vaquero se ha vuelto icónico del movimiento autodefensa, irrumpió el jueves en el poblado La Mira con cerca de 600 milicianos que portaban fusiles de alto poder para, según dijo, atender las demandas de protección que recibió de los habitantes.

Los autodefensas, que se alzaron argumentando la inacción de las autoridades ante las extorsiones, secuestros y asesinatos del cártel local los Caballeros Templarios, firmaron un acuerdo con el gobierno en el que se comprometían a desmovilizarse y a registrar sus armas a más tardar en mayo pasado.

El gobierno aseguró que a partir de entonces no toleraría que civiles portaran armas de uso exclusivo del ejército.

Además, para legalizar sus tareas de vigilancia, el gobierno ofreció a los milicianos enrolarse en tropas de la Fuerza Rural Estatal, un proceso que ya fue completado por varios miles de autodefensas, de los cerca de 20 mil que conforman sus filas.

El jueves, Mireles aseguró que él también se había registrado, pero uno de los soldados que participó de su detención este jueves informó que no contaba con las credenciales que lo acreditaran como miembro de las fuerzas rurales ni con licencia para portar armas.

Los hombres que acompañaban a Mireles tampoco estaban registrados.

El gobierno federal ha desplegado miles de militares y policías en Michoacán logrando en los últimos meses la captura o el abatimiento de los principales líderes de “los Templarios”. Actualmente, Servando Gómez “la Tuta” queda como única cabeza visible y libre.

Pese a ello, los hechos de violencia siguen siendo cotidianos en Michoacán. El jueves fueron halladas ocho fosas clandestinas con los restos de al menos once personas en Ciudad Hidalgo, en el este del estado.