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El legado de los Panamá Papers: ¿qué pasó después de la mayor filtración de documentos sobre paraísos fiscales de la historia?

El año 2016 fue testigo de una de las mayores filtraciones de documentos de la historia: la publicación de lo que se dio en llamar los <em>Panamá Papers</em>.

Unos 11 millones de documentos de una de las compañías más reservadas del mundo -la firma legal panameña Mossack Fonseca- salieron a luz pública en abril, dejando así al descubierto parte de los secretos escondidos en los paraísos fiscales.

Pero, ¿qué pasó con las revelaciones luego del destape y la polémica iníciales?

Para saberlo la BBC conversó con los periodistas que recibieron la filtración y se encargaron de compartirla con el mundo: Bastian Obermayer y Frederik Obermaier.

Las consecuencias inmediatas

La primera gran víctima de los Panamá Papers fue el primer ministro de Islandia, Sigmundur Gunnlaugsson.

Gunnlaugsson renunció casi inmediatamente después de la filtración, pues esta mostraba que él y su esposa poseían una compañía offshore que no habían declarado antes entrar al parlamento.

Varios líderes mundiales, incluyendo al presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, salieron a denunciar las filtraciones y negar los señalamientos de vínculos con lavado de dinero.

Y, en el Reino Unido, los Panamá Papers le hicieron pasar un momento de vergüenza al entonces primer ministro de ese país, David Cameron, quien admitió que su familia se había beneficiado de un fondo offshore legal creado por su padre.


Oficinas principales de Mossack FonsecaLas autoridades en Estados Unidos y países de Europa y Asia lanzaron investigaciones para determinar si las personas mencionadas en las filtraciones habían violado sus respectivos marcos jurídicos.

Pero en todo este proceso, Mossack Fonseca ha mantenido que sus operaciones no tienen nada que sea reprochable.

De hecho, nunca ha sido acusado de cometer irregularidades.

Pero, ocho meses después de que se publicara por diferentes medios de comunicación los Panamá Papers, ¿qué creen Obermayer y Obermaier que se ha logrado?

El balance hoy

“Nosotros, junto al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés: International Consortium for Investigative Journalists), le hicimos un seguimiento”, le dijo Obermaier a la BBC.

“Encontramos que en 79 países alrededor del mundo se han abierto investigaciones, 6.500 contribuyentes y compañías están siendo investigadas globalmente y Mossack Fonseca ha tenido que cerrar nueve oficinas. Incluso tuvieron que quitar sus letreros en sus oficinas principales en Panamá”.

Obermaier señaló que los Panamá Papers habían mostrado cómo el mundo de los offshore podría ser usado para ayudar a actividades terroristas.

“Para mí fue sorprendente saber que Europol encontró 3.469 coincidencias probables entre sus propios expedientes y los Panamá Papers, 116 de las cuales tenían que ver con un proyecto vinculado con el terrorismo islámico”.

Obermayer concuerda y aseguró que la filtración había revelado que el mundo de los paraísos fiscales no es solo un lugar para que los ricos eviten pagar impuestos. Indicó que los Panamá Papers habían demostrado que el secretismo de las compañías ficticias podría ser usado para esconder actividades criminales”.

“No me sorprendió que los ricos usaran paraísos fiscales para esquivar los impuestos. Lo que me impresionó fue que hubiese tanto crimen. Creo que una gran cantidad de compañías offshore son usadas porque alguien quiere esconder algo”.

Obermayer indicó que se han dado cambios concretos como resultado de la publicaciones de las filtraciones.

“Mucho ha cambiado en Alemania. Nuestro ministro de Finanzas introdujo una nueva legislación, la 'Ley de Panamá', la cual obliga a los ciudadanos a declarar si están usando una compañía ficticia, y Panamá se ha mostrado más abierta a hacer cambios”.

“Algunos países han anunciado (el establecimiento de) registros para los propietarios beneficiarios y otros países también lo quieren introducir por primera vez”.

“La presión sobre los paraísos fiscales nunca ha sido tan grande y los Panamá Papers han hecho eso. Se han encargado de dirigir el foco de la luz sobre el problema”.

“Pero lo que todavía no ha cambiado es que la industria que ayuda a los evasores de impuestos sigue viva y pujante. Ellos tienen gran influencia, gran poder, fuertes grupos de cabildeo o lobby. No vemos el final del offshore, pero vemos que se está encogiendo”.

¿Una solución potencial?

Ambos periodistas abogan por un registro global de propietarios beneficiarios para acabar con el secretismo tributario.

Un propietario beneficiario es la persona que tiene control significativo en una compañía y sus ganancias.

Richard Brooks, periodista de la revista Private Eye, y autor de The Great Tax Robbery (El gran robo tributario) es más pesimista que sus colegas de los Panamá Papers.

“Sea cual sea el registro que tengas, de alguna manera necesitarás supervisarlo”, indicó.

“Necesitas que se aplique la ley con suficientes recursos para poder investigar. Los criminales y los responsables de lavado de dinero serios inventarán algo”.

“Los Panamá Papers le dieron un poco de impulso a los esfuerzos por develar los paraísos fiscales. pero no fue suficiente y, de hecho, hay evidencia de que hay algo de reincidencia. Los paraísos fiscales británicos, por ejemplo, no revelarán información sobre los propietarios de sus compañías ficticias al público”.

“Sabemos que esos territorios están pobremente preparados para vigilar las leyes internacionales sobre intercambio de información que se les ha impuesto. Por eso, hasta que sean completamente transparentes, estaremos muy lejos de resolver el problema de los paraísos fiscales”.

Hay intentos por establecer transparencia que ha encontrado una fuerte oposición.

Por ejemplo, la Unión Europea se ha tenido que comprometer con su plan de establecer un registro público de los propietarios beneficiarios después de la resistencia de varios Estados miembros.

La efectividad de las medidas implementadas en todo el mundo como un resultado de los Panamá Papers sigue siendo un desafío.

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