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Lo que se sabe de las lujosas propiedades de Rusia en EE.UU. que fueron clausuradas por el gobierno de Obama por ciberataques

Dos propiedades en territorio de Estados Unidos que son utilizadas por ciudadanos rusos se han convertido en foco de atención en medio de las tensiones diplomáticas entre los gobiernos de Washington y Moscú.

Este jueves, el gobierno de Barack Obama anunció la expulsión de 35 diplomáticos rusos como respuesta a la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones de EE.UU.

De acuerdo con la Casa Blanca, Moscú estaría detrás de los ataques cibernéticos sufridos por el Partido Demócrata y la candidata Hillary Clinton en las semanas previas a las presidenciales.

Pero además de las expulsiones, el gobierno estadounidense clausuró dos lujosos complejos en las ciudades de Maryland y Nueva York que eran utilizados por diplomáticos rusos.

La explicación de las autoridades fue que las propiedades habían sido utilizadas para realizar actividades de inteligencia.

Sin embargo, no está claro si fueron utilizadas de alguna manera en en los ciberataques denunciados por la Casa Blanca.

Pero, ¿qué sabemos de estas propiedades?

¿Complejo o centro vacacional?

Hay evidentes desacuerdos entre Rusia y Estados Unidos sobre lo que son en realidad esos dos inmuebles.

El Departamento de Estado de EE.UU. se refirió a ellas como “complejos”, lo que sugiere un conjunto de edificios con altos niveles de vigilancia.

Esa palabra ya había sido utilizada por el gobierno de EE.UU. para referirse al lugar en Abbottaabad, Pakistán, donde Osama bin Laden fue hallado y abatido en 2011.

Pero el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia las ha llamado “dachas”, que es el nombre ruso para casas de campo o vacacionales.

Maryland

De acuerdo a los medios estadounidenses, una de las propiedades en cuestión es una casa de descanso en la ciudad de Maryland usado por la embajada rusa.

El lugar se encuentra en Pionner Point, Centreville, en la costa este y a unos 70 kilómetros de Washington D.C.

El sitio de 11 hectáreas perteneció a John J. Raskob, un ejecutivo de General Motors que ayudó en la construcción del famoso edificio Empire State de Nueva York.

En 1972, la propiedad fue adquirida por el gobierno soviético y fue utilizada como lugar de recreo. En ese tiempo, los medios cubrieron de forma folclórica el rumor de que se podían ver submarinos circulando por la costa.

Pero, haciendo fiestas y regalos, las relaciones con los vecinos mejoraron ostensiblemente.

“En lo que se refiere a los vecinos, nadie podía pedir más. Esto no molesta a nadie”, le dijo un residente de la zona a The Washington Post en 1979.

En 1987, un reportero del Washington Post entró a la residencia en compañía de Oleg Sokolov, miembro de la embajada soviética en Washington.

Bajo el titular: “Un extraño vistazo al resort soviético en la costa este”, el periodista describió la presencia de cámaras de seguridad y numerosas vallas, pero también alabó la actitud abierta de su anfitrión.

“No tenemos nada que esconder aquí”, dijo Sokolov, vestido como para ir a un partido de tenis.

En ese entonces el resort tenía las dos mansiones construidas por Raskob, una cancha de tenis, una piscina, un campo de fútbol, seis cabañas y un muelle. El día del reportaje unos 20 rusos disfrutaban del lugar.

Cuando la Unión Soviética colapsó, en 1991, la propiedad fue vendido a la Federación Rusa.

La agencia de noticias AP dijo que una de las mansiones había sido renovada y convertida en un edificio de 12 apartamentos. También se habían erigido una docena de cabañas.

La capacidad se amplió a 40 familias y cada una de ellas pagaba un pequeño monto de mantenimiento.

Desde entonces el lugar no había estado en las noticias. Hasta ahora.

Nueva York


Mucha de la atención de los medios locales se ha centrado en la propiedad de Nueva York: una enorme casa llamada Killenworth.

Tiene 49 cuartos y se halla en la localidad de Glen Cove, en la costa norte de Long Island, cerca de Manhattan.

Rusia ha sido el propietaria de la casa durante un largo periodo, después de adquirirla del empresario George DuPont, pero funcionarios de EE.UU. le dijeron al diario New York Times que la casa permanece vacía la mayor parte del año a excepción de algunos cuidadores que allí viven.

Pero esta no es la primera vez que la casa está en el centro de la polémica. De acuerdo al New York Times, el gobierno de Ronald Reagan acusó a los soviéticos de espiar a su gobierno desde este lugar.

Por esa razón, las autoridades de Glen Cove cancelaron el acceso del personal ruso al estacionamiento cerca de la playa y el uso de las instalaciones de las canchas de tenis.

Los medios hasta ahora solo han reportado la entrada y salida de camionetas de la propiedad tras el anuncio de la Casa Blanca de este jueves.

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