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Más de cuatro mil víctimas y cientos de curas involucrados: la enorme magnitud de los abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia católica en Australia

Los números son escalofriantes: mil 880 curas involucrados, cuatro mil 440 niños abusados y un millar de instituciones católicas señaladas.

En total, cerca del 7% de los sacerdotes del país han sido acusados de abusos. Esas son las cifras del escándalo de abuso sexual a menores por parte de la Iglesia católica en Australia.

Los datos los dio a conocer el lunes una comisión investigadora que examina denuncias de casos ocurridos entre 1950 y el 2010.

La Comisión Real, máxima instancia de investigación del país, comenzó su trabajo en el 2013.

Investiga todos los casos de abuso institucional de menores en Australia, incluyendo a escuelas, clubes deportivos y organizaciones religiosas.

Sin embargo Gail Furness, la principal asesora legal de la comisión, afirmó que el 60% de los abusos denunciados ocurrieron dentro de organizaciones religiosas.

Y casi dos tercios de esos casos involucraron a la Iglesia católica.

Casos horribles

Según los datos que recogió la comisión, las víctimas de los abusos tenían en promedio 10.5 años en el caso de las niñas y 11.5 años en el caso de los varones.

Los abusos tardaron, en promedio, 33 años en ser denunciadas.

Los miles de testimonios desgarradores que recogieron los investigadores incluyen el caso de un hombre que denunció haber sido abusado sexualmente por el maestro de su escuela católica en plena clase.

Dijo que el cura ordenó a los otros estudiantes mirar para otro lado.

Otra presunta víctima fue amenazada con un cuchillo por un sacerdote, que además obligó a niños a arrodillarse entre sus piernas.

“Sin remordimiento”

Según Furness, los casos que oyó la Comisión fueron “deprimentemente parecidos”.

“Los niños fueron ignorados o peor, castigados. Las acusaciones no fueron investigadas. Los sacerdotes y los religiosos involucrados fueron trasladados. Las parroquias y comunidades que los recibieron no supieron nada de su pasado”, afirmó.

Chrissie y Anthony Foster, padres de dos niñas que fueron violadas por el cura de su parroquia local, dijeron que la Iglesia católica “no mostró misericordia, ni remordimiento”.

“Nada”, aseguraron.

La investigación demostró que en algunas instituciones religiosas los niveles de abuso eran enormes.

En el colegio St. John of God Brothers más del 40% de los religiosos fueron acusados de abusos.

Otras tres instituciones católicas tuvieron denuncias contra más del 20% de su personal.

“Indefendible”

El Consejo de Verdad, Justicia y Sanación, creado por la Iglesia católica para responder al escándalo de los abusos, publicó una declaración apenas se dieron a conocer los datos de la comisión el lunes.

“Estos números son desconcertantes, son trágicos, son indefendibles”, señaló el ejecutivo en jefe del Consejo, Francis Sullivan.

“Cada uno de estos números representa a un niño que sufrió en manos de alguien que lo tendría que haber cuidado y protegido”, lamentó.

“Esta información es una acusación contra los sacerdotes y los religiosos que abusaron de estos niños. También es un reflejo de los líderes de la Iglesia que por momentos no actuaron para lidiar con los abusadores, poner orden y llevarlos ante la justicia”, declaró.

Subestimación

A pesar de la magnitud del escándalo denunciado, algunos creen que apenas muestra la punta del iceberg.

Bernard Barret, un investigador del sitio web Broken Rites (Ritos Rotos), que documenta el abuso dentro de la Iglesia Católica, señaló al diario The Guardian que los casos registrados son solo un indicativo de la cantidad real.

“Son muchos más los abusadores. Estos datos muestran el número mínimo de responsables”, opinó.

Los obispos “negligentes” con los casos de abusos sexuales serán expulsados, dice nuevo decreto papal.

“La Iglesia ha escondido muchos de los abusos, como lo viene haciendo desde hace dos mil años”, acusó.

Por su parte Vlad Selakovic, quien fue abusado en su infancia en un hogar de varones del Ejército de Salvación, advirtió que muchas víctimas aún no se han animado a denunciar sus casos por vergüenza.

“Mucha gente se rehúsa a hablar porque no quieren que sus amigos y familiares sepan que fueron una de esas personas”, aseguró.

Vaticano

El cardenal George Pell, quien fue la máxima autoridad católica del país durante muchos de los años investigados, actualmente es el principal asesor financiero del papa Francisco en el Vaticano.

Pell ya testificó ante la comisión. Se espera que en las próximas semanas también lo hagan varias prominentes figuras de la Iglesia.

El informe final de la Comisión Real se dará a conocer a fin de año.

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