• “Cada noche, los guardias se llevaban a dos o tres jóvenes atractivas rohingya del campo a un lugar clandestino”, explicó. “Los guardias las violaban en grupo y dos mujeres jóvenes del campo se quedaron embarazadas”, afirmó la mujer.

Según la agencia estatal, su marido, Nurul Amin Nobi Hussein, también fue testigo de hechos similares en otros campos de la zona, situados cerca de la frontera con Malasia.

El mes pasado se descubrieron en Tailandia y Malasia varios de estos campos clandestinos puestos en pie por traficantes de personas donde había fosas comunes.

En Tailandia se encontraron siete a principios de mayo con un total de 33 cuerpos en fosas comunes. Unos días mas tarde la policía malasia anunció el descubrimiento de 28 campos en la misma zona con 139 fosas, de las que todavía se están exhumando cuerpos.

La mayoría de la comunidad rohingya, de unos 1.3 millones de personas, vive en el estado de Rajine, en el noroeste de Birmania, fronterizo con Bangladés, y está considerada por Naciones Unidas como una de las minorías más perseguidas del mundo.

Desde hace semanas miles de personas de esta comunidad huyen de la miseria intentando llegar por mar con barcos improvisados a las costas de Malasia, Indonesia, Tailandia o Bangladés.

Obama se pronuncia

El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió a Birmania que “deje de discriminar” a los rohingyas, la minoría musulmana que protagoniza la actual crisis de migrantes en el sureste asiático.

• “Una de las cosas más importantes es que dejen de discriminar a gente en función de su apariencia o de sus creencias”, declaró el lunes el presidente norteamericano, en su primera alusión pública al éxodo de migrantes en Asia.

“Y los rohingyas son fuertemente discriminados”, añadió ante la prensa, utilizando el término “rohingya”, que suscita el enfado de las autoridades birmanas, que no reconocen ese grupo étnico de 1.3 millones de personas, a las que consideran como inmigrantes ilegales procedente del vecino Bangladés.

Miles de miembros de esa minoría perseguida en Birmania y de emigrantes de Bangladés intentan una peligrosa travesía por el sur del golfo de Bengala con el fin de instalarse en Malasia o Indonesia.

Este éxodo dura desde hace años, pero se convirtió en una grave crisis, a principios de mes, cuando los traficantes de migrantes abandonaron a miles de ellos en el mar, después de que Tailandia adoptara una nueva política represiva contra ellos.

“Creo que si fuera rohingya, me quedaría donde nací. Desearía quedarme en el país donde vivieron mis padres. Pero desearía estar seguro de que mi gobierno me protege”, añadió Obama.