La decisión del parlamento contempla además que si la mujer presenta un certificado de que no está embarazada no debe respetar ningún plazo.

El código civil establecía un plazo de seis meses para evitar conflictos de paternidad en el momento del divorcio.

En diciembre pasado, la Corte Suprema de Japón juzgó inconstitucional esa disposición del código civil instaurada en el siglo XIX y consideró que el plazo no puede exceder los cien días, un tiempo todavía demasiado largo en opinión de las feministas.

Este tipo de condiciones existían en los códigos civiles de varios países occidentales, como Francia, donde se establecía un plazo de 300 días hasta su abolición en el 2004.

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