Internacional

Marina mexicana intensifica búsqueda de El Chapo

Sinaloa, el estado mexicano donde nació el narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán y que da nombre al cartel más poderoso del país, fue elegido por el capo para esconderse desde que se fugó de una cárcel de máxima seguridad y ahora es escenario de diversos operativos de búsqueda que han provocado el desplazamiento de al menos 600 habitantes de la sierra.

Un funcionario federal dijo este sábado que a raíz de las investigaciones sobre su fuga, el Chapo Guzmán después de que escapó de su celda el 11 de julio por un túnel de 1.5 kilómetros de largo, el narcotraficante fue trasladado hacia el estado central de Querétaro, desde donde fue llevado en una avioneta a una zona montañosa de Sinaloa.

Por este motivo, en las últimas semanas la búsqueda se concentró en la sierra  de esa zona y el estado vecino de Durango, dijo el funcionario, quien habló con la agencia AP bajo condición de guardar el anonimato por tratarse de una investigación en curso.

Las operaciones han estado encabezadas por elementos de la Marina mexicana, la dependencia que en 2014 capturó en el puerto de Mazatlán, también en Sinaloa, a Guzmán, quien se fugó por primera vez en el 2001 de otro penal de máxima seguridad.

El gabinete de seguridad informó la noche del viernes último en un comunicado que el Chapo había huido de la última operación para localizarle y que había resultado herido, pero no en un enfrentamiento como algunos medios reportaron.

“Para evitar su aprehensión, en días recientes el prófugo realizó una huida precipitada, que de acuerdo con la información recabada, le causó lesiones en una pierna y en el rostro”, se precisó en la nota. “Es importante decir que estas heridas no fueron producto de un enfrentamiento directo”.

Operativos causan desplazamientos de pobladores

Los operativos para intentar recapturar al capo se han elaborado también a partir de información de inteligencia de agencias internacionales, según el Ejecutivo. El gobernador de Sinaloa confirmó que todos están coordinados desde la Ciudad de México.

La búsqueda del narcotraficante está generando desplazamientos de la población en varias comunidades de esas montañas.

Según Samuel Lizárraga, alcalde del municipio de Cosalá, fronterizo con Durango y uno de los más afectados, en los últimos 10 días han registrado la llegada de 250 cabezas de familia, lo que significa entre 600 y 700 personas en total, muchos de ellos niños, de distintas comunidades muy pequeñas de toda el área montañosa.

“Algunos nos contaban que habían estado hasta 6 días caminando desde algunas zonas de la sierra. Llegaban con mucho miedo. Habilitamos instalaciones para atenderles y les dimos ayuda humanitaria”, explicó en conversación telefónica.

Pobladores denuncian a Marina mexicana

Los vecinos denunciaban que la Marina no les permitía dejar su comunidad y por eso muchos optaron por salir durante la noche, para no ser vistos.

Oscar Loza, un portavoz de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos de Sinaloa, un organismo no gubernamental que tiene contabilizados más de 25 mil desplazados por la violencia en el estado desde el 2012, señaló que alrededor del 6 de octubre comenzaron a recibir llamadas de los pobladores de esa zona que les pedían ayuda porque sus pueblos estaban bajo el fuego de la Marina.

“El sábado 10 conseguimos llegar a una de las comunidades, llamada El Verano, y nos recibieron en llanto”, explicó Loza.

Tanto el alcalde como el activista indicaron que las montañas entre el municipio de Tamazula (Durango) y el de Cosalá (Sinaloa) son habitualmente tranquilas y por eso la gente se asustó mucho ante la intensidad de los operativos.

“Solo les dijeron que iban buscando a un señor y que no podían salir”, añadió Loza. No hubo más explicaciones. “Cuando llegamos había una casa con el techo perforado por los balazos y una señora con una niña de menos de dos años que había aguantado ahí hora y media. Eso les dejó en el desamparo. Otra gente huyó al monte”.

En esos días la Marina mantenía retenes y no permitía que los pobladores salieran ni que familiares de los mismos fueran a buscarles.

Un vecino que solo se quiso identificar como Heraclio increpó a los marinos en uno de los retenes y les preguntó por qué entraron disparando a la zona aunque sabían que había mujeres, y por qué tiraban granadas.

“Llegaron disparando al ranchito de mi hermano”, se quejó.

La organización de Loza consiguió sacar a los habitantes de El Verano y les acompañó hasta Cosalá, donde fueron atendidos por las autoridades locales.

El alcalde agregó que desde entonces no ha dejado de llegar gente, pero que la gran mayoría fue reubicada casi inmediatamente en casas de familias y amigos aunque el ayuntamiento les apoya con comida y equipamiento básico.

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