Internacional

El “golpe de calor”, el fenómeno que ha matado a cientos de niños en Estados Unidos

La muerte de una niña de once meses por un "golpe de calor" sufrido dentro del automóvil de sus padres en el sur de Florida ha puesto tristemente de actualidad una desgracia que no conoce fronteras y que en EE.UU. se ha cobrado más de 700 vidas infantiles desde 1991.

Expertos coinciden al referirse al tema que la mayoría de los causantes de esas muertes no son ni desalmados ni irresponsables.

Morris Franco, director ejecutivo y encargado de relaciones con la prensa de la organización Kars4Kids, subraya en declaraciones a Efe que un conflicto entre la memoria “prospectiva” y la memoria de los hábitos puede llevar a que una persona olvide a su propio hijo en un automóvil durante horas.

Janette Fennell, presidenta y fundadora de Kids and Cars, otra organización del mismo ámbito, coincide en que los fallos o trucos de la memoria tienen mucho que ver en desgracias como la ocurrida este lunes en Hialeah, ciudad aledaña a Miami.

La policía halló en dicha localidad a una niña hispana de once meses dentro del automóvil de sus padres, que estaba con el motor apagado. Según el comunicado policial, estaba inconsciente y fue llevada al hospital, donde certificaron su muerte.

Si una persona viaja todos los días a las mismas horas en su automóvil desde un punto A, por ejemplo su trabajo, hasta un punto B, su casa, y un día hace una parada entre ambos puntos para recoger a un niño, al llegar al punto B y bajarse del automóvil como todos los días puede no recordar que el niño está en la parte de atrás.


El termómetro marcó temperaturas de más de 30 grados celsius (87 grados Farenheit) ese lunes en Miami y alrededores, donde además de registró un elevado porcentaje de humedad.

Hasta ahora no hay detenidos y el caso sigue bajo investigación.

Tanto Kars4Kids como Kids and Cars realizan campañas de concienciación y prevención de los “golpes de calor” dentro de los automóviles y pueden ser mortales, especialmente para los menores de tres años, el grupo de edad al que pertenece el 87 % de las víctimas, según Fennell.

La tecnología es clave para impedir más muertes como la de la pequeña de Hialeah, subrayan Franco y Fennell.

Kars4Kids ofrece gratuitamente desde hace dos años una aplicación para teléfonos móviles que ayuda a no caer en un olvido que puede tener consecuencias fatales. Ha habido más de 5.000 descargas hasta ahora, dice Morris Franco.

Kids and Cars, creada por Fennell después de haber sido secuestrada junto a su esposo en 1995 y metidos en el baúl de un auto, mientras el hijo de ambos quedó abandonado en el coche familiar, busca convencer a las compañías automovilísticas de que coloquen dispositivos que recuerden que hay un niño a bordo.
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Si los autos de hoy en día te pueden avisar cuando te dejas las luces prendidas, ¿por qué no pueden hacer lo mismo cuando hay niños?, dice Fennell a Efe.

De acuerdo con las estadísticas de Kars4kids, desde 1991 hasta 2013 han muerto en Estados Unidos 725 niños a causa de “golpes de calor” dentro de vehículos.

Solo en 2013 fueron 44 y en 2015 se registró el menor número anual de muertes infantiles por este motivo hasta la fecha (25).

De acuerdo con Fennell, en lo que va de 2016 han muerto ocho niños por “golpes de calor” en vehículos y eso que “todavía no llegó el verano”.

Kids and Cars conmemorará el próximo 8 de junio otro Día Nacional de la Prevención del Golpe de Calor con el reparto de materiales informativos, en inglés y español, sobre cómo prevenir y qué hacer en caso de que un niño quede dentro de un automóvil.

La campaña “Mire antes de cerrar”, de la organización fundada por Fennell, propone cosas simples para recordar la presencia de un niño en el asiento trasero de un automóvil, donde por ley debe ir, como dejar el teléfono celular junto a él.

La falta del celular se nota enseguida, dice esta activista, quien considera que el peor error que una persona puede cometer es pensar que “a ti no te puede pasar”.

725 niños murieron de 1991 al 2013 en EE. UU. por golpes de calor dentro de vehículos.
44 corrieron esa suerte en el 2013; 25 en 2015 y en 2016 ya van 8 casos.


Franco, al igual que Fennell, señalan que es equivocado pensar que los padres a los que se les muere un hijo dentro del coche por un golpe de calor son personas sin corazón o sin mucho cerebro.

Le puede pasar a cualquiera, la realidad es que personas consideradas “respetables”, con profesiones como médicos o abogados, han pasado por esa tragedia, dice Franco.

El estrés, la falta de sueño y las cargas emocionales pueden propiciar que eso ocurra, agrega el responsable de Kars4kids, quien explica cómo la memoria de “hábitos”, la que se genera a partir de información que nuestro cerebro almacena de manera inconsciente, cuando hacemos algo rutinario, puede imponerse a la “prospectiva”, que tiene que ver con recordar algo que debemos hacer.

Si una persona viaja todos los días a las mismas horas en su automóvil desde un punto A, por ejemplo su trabajo, hasta un punto B, su casa, y un día hace una parada entre ambos puntos para recoger a un niño, al llegar al punto B y bajarse del automóvil como todos los días puede no recordar que el niño está en la parte de atrás.

Kids4Cars realizó en 2015 una impactante campaña de concienciación por internet en la que retaba a permanecer más de 10 minutos en un automóvil recalentado por el sol y a grabar la experiencia. Nadie lo logró.

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