El fiscal de París, Franois Molins, estimó que las primeras investigaciones permitieron establecer que el “proyecto” del joven atacante de 25 años era “premeditado y de objetivo preciso”.
El joven llegó a España en el 2007, con cerca de 18 años, se instaló en Algeciras, donde vive su padre y donde se hizo notar por sus discursos radicales.
En España fue fichado también por tráfico de droga.
A principios de 2014, los servicios de inteligencia españoles señalaron a sus homólogos franceses su intención de atravesar la frontera.
Su estancia en Francia está demostrada, ya que trabajó en una empresa de telefonía de febrero a abril del 2014.
El 10 de mayo del 2015, Ayoub El Khazzani fue visto en Berlín, desde donde viajó a Turquía.
Ese viaje plantea la cuestión de un traslado a las zonas de Siria bajo control del grupo Estado Islámico (EI).
El representante del ministerio público calificó además de “fantasiosas” las declaraciones del inculpado para negar toda acción terrorista, ya que afirmó haber hallado por casualidad las armas en un parque de Bruselas, donde dormía con otros sin techo, y de querer simplemente atracar a los pasajeros del tren.
El Khazzani, a quien los servicios secretos de España -país donde residió varios años- lo relacionan con el islamismo radical, fue interceptado el viernes 21 de agosto por pasajeros del tren, cuando salía del baño con un fusil de asalto AKM, 270 municiones, una pistola Luger, un cúter y una botella con 50 cl de gasolina.
El Khazzani visitó web yihadista
Ayoub El Khazzani consultó un portal internet yihadista antes de subir al tren, indicó el martes una fuente cercana al caso.
“Miró ese vídeo entre el momento en que compraba su billete y el instante en que subió al tren”, unas horas después, precisó la fuente, confirmando una información de la emisora France Info.
Ayoub El Khazzani, sospechoso de haber querido perpetrar una matanza en ese tren, fue neutralizado por varios pasajeros cuando salía del servicio del vagón armado con un fusil de asalto, para el que llevaba nueve cargadores, así como una pistola y un cúter.
El sindicado negó que hubiera querido cometer un acto terrorista, afirmando que sólo quería desvalijar (robar) a los viajeros.
Se encontraron en su posesión dos teléfonos celulares, pero según la citada fuente, el sospechoso sólo tenía uno, activado la mañana del ataque. El segundo teléfono, que le fue atribuido inicialmente, pertenecería “muy probablemente a un pasajero” , agregó la fuente.
