El municipio acogerá una misa de 90.000 personas en la que, aseguró el obispo, habrá elementos indígenas como textos y cantos en diferentes idiomas o una danza ritual que sirve para la oración.

Una decisión que se ha tomado “no por folclor, sino por su contenido teológico y antropológico” , ya que estos rasgos demuestran cómo la fe se encarna en la cultura de los pueblos.

El diseño del altar también será reflejo de las raíces indígenas y en él estarán incorporadas, entre otros, la imagen de la pirámide maya de Palenque o de las Cascadas de Agua Azul de Chiapas.

“Los indígenas no pueden prescindir de su cultura, de su historia, sería perder su identidad” , aseveró Arizmendi, para quien “no hay contradicción entre las distintas formas de orar, del cariño que se le tiene a Dios” .

Durante la ceremonia se intercalará el castellano con las lenguas tzotzil, tseltal, mixe y chol, tanto para las lecturas como para los cantos.

La colecta que se realice en la misa estará destinada a la construcción de dos albergues para migrantes en los municipios chiapanecos de Frontera Comalapa y Salto del Agua, porque el objetivo de la visita es “dar más vida a las personas” , no “enriquecer al papa ni a la Iglesia” , dijo el obispo.

Tras la misa, el papa tendrá una comida acompañado por ocho representantes de los indígenas: un sacerdote, una religiosa, un seminarista, un joven, dos catequistas y un diácono junto con su esposa.

La comida, adelantó el obispo de San Cristóbal, será “muy sencilla” , y consistirá en arroz blanco acompañado de carne asada o pollo y verdura al horno.

Antes de abandonar el municipio, el papa también realizará una breve visita a la catedral, y tendrá un momento de oración frente a la tumba de Samuel Ruiz, obispo de Chiapas que fue mediador de los primeros diálogos de paz del Gobierno mexicano con la comandancia clandestina del Ejército Zapatista de Liberación Nacional  (EZLN) .

En México existen 62 pueblos originarios, que suman una población de más de 11 millones de personas.

De momento, para la misa ya está confirmada la presencia de representantes de los estados de Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz, Puebla, Estado de México y Oaxaca, además de un grupo de indígenas venidos desde Guatemala, informó Arizmendi.

Chiapas, resaltó el obispo, es el estado mexicano en el que hay un menor número de personas que se declaran católicos: mientras que en el país el 88 % de las personas se reconoce como tal, en la entidad el porcentaje desciende hasta el 58 %.

Además, existen conflictos religiosos de los cuales, continuó Arizmendi, el papa está enterado, por las cartas que miembros de la comunidad -sacerdotes, indígenas, jóvenes y obispos- le enviaron.

Ante esta realidad, el obispo de San Cristóbal afirmó que Francisco “es un papa muy incluyente”  y que los conflictos que se viven en distintas zonas de la región son “puntuales” .

“El Sumo Pontífice viene para todos, para tender puentes y a ayudar a la integración, dando prioridad a quienes han sido excluidos” , defendió Arizmendi.

Además de San Cristóbal de las Casas, el pontífice visitará, en su viaje por México entre los días 12 y 17 de febrero, la capital, Ecatepec  (Estado de México) , Tuxtla Gutiérrez  (Chiapas) , Morelia  (Michoacán) y Ciudad Juárez  (Chihuahua) , que será su última parada en el país.

Artesanos indígenas preparan muebles

Artesanos purépechas del occidental estado mexicano de Michoacán elaboran los cuatro muebles que el papa Francisco utilizará en una misa que oficiará con religiosos el 16 de febrero en la ciudad de Morelia.

Agustín Chávez es el carpintero elegido por la Arquidiócesis de Morelia, a petición del sacerdote José del Carmen Cervantes, para que en su taller se elabore el altar, el ambón, un atril y la silla papal para la ceremonia religiosa que se realizará en el estadio de fútbol Venustiano Carranza.

La carpintería tiene por nombre “Made-Muebles”  y se ubica en el municipio indígena de Pátzcuaro, donde funciona con cincuenta trabajadores que en su mayoría son de la etnia purépecha, la principal de Michoacán.

Chávez explicó que la elaboración de los cuatro muebles comenzó hace cuatro semanas.

Fue a partir de un diseño basado en características sobrias y sencillas, siguiendo el gusto del pontífice, de acuerdo a lo que le dijo el padre Carmelo, como es llamado por los patzcuarenses el presbítero José del Carmen Cervantes.

El carpintero explicó que todos los muebles son de madera de cedro rojo de alta calidad, la cual proviene de las montañas del estado de Veracruz.

Las piezas cuentan con diversos grabados alusivos a pasajes bíblicos, racimos de uvas y el escudo del Vaticano. Todos son hechos por las manos de los artesanos sin utilizar máquinas industriales.

Las cuatro piezas serán un regalo que este taller, que ya lleva funcionando 29 años, hará el 16 de febrero al papa Francisco, quien se convertirá en el primer obispo de Roma en visitar Michoacán.

El diseño del artesano incluye una capa de barniz de poliuretano de la más alta calidad, así como un tapizado de piel de tipo vacuno curtido especialmente para el jerarca católico en la ciudad de León, en el estado de Guanajuato.

El tapiz, según Chávez, será incluso de mayor calidad que el que ostentan los automóviles de lujo en sus sillones, tableros y acabados.

Será en dos semanas cuando el taller entregue las cuatro piezas a la Arquidiócesis de Morelia, aunque aún es incierto su futuro una vez que sean utilizadas en la ceremonia religiosa.

El responsable del taller espera que los muebles, en caso de no ser llevados a Roma, sean conservados en el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, en Pátzcuaro, donde su amigo el sacerdote Cervantes oficia las ceremonias religiosas.

“Quizá es un modesto trabajo, pero si tomamos en cuenta que uno de los primeros carpinteros fue el señor San José y el niño Jesús, entonces es una bendición trabajar la carpintería. Ahora nos toca hacer una entrega para alguien tan importante en el mundo y eso no tiene precio” , mencionó el artesano.

El papa Francisco será recibido el viernes 12 de febrero por el presidente mexicano Enrique Peña Nieto y el cuerpo diplomático del país, así como por cardenales y obispos.

Jorge Mario Bergoglio ofrecerá en la capital, donde tendrá una apretada agenda, una misa en la Basílica de Guadalupe, donde ha pedido pasar un tiempo en silencio frente a la imagen de la Virgen.

Además de Morelia, visitará las ciudades de Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas  (en el estado de Chiapas) , Ecatepec  (Estado de México) y Ciudad Juárez  (Chihuahua) , que será su última parada en el país.

El sumo pontífice se convertirá así en el tercer papa en visitar México, después que Juan Pablo II estuvo en 1978, 1990, 1993, 1999 y el 2002, y Benedicto XVI en el 2012.