Internacional

Muere Fidel Castro a los 90 años

El líder cubano Fidel Castro ha muerto a los 90 años de edad, informó la noche de este viernes su hermano, el presidente Raúl Castro, en una alocución en la televisión estatal.

Agencias internacionales confirman la muerte de Fidel Castro, líder revolucionario cubano, quien lideró la “Revolución Cubana”.

La noticia del deceso de Castro fue dada a conocer por la Televisión Estatal Cubana a eso de las 23 horas de este viernes.

“A las 10.29 horas falleció el comandante en jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro”, fue el histórico mensaje que Raúl envió al mundo, aunque todavía no se conoce la causa oficial de su muerte.

Fidel Castro nació el 13 de agosto de 1926 y fue un militar y político, además fue el mandatario de Cuba como primer ministro entre 1959 a 1976, y presidente de ese país de 1976 al 2008.

También fue comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias desde 1956 hasta 2008 y mantuvo el poder como primer secretario del Partido Comunista de Cuba desde 1965 hasta 2011.

Fue en ese año cuando dejó su puesto como líder de Cuba y le transfirió todos el poder a su hermano Raúl.

Amores y odios

En el ocaso de su vida, Fidel alcanzó a ver lo que parecía imposible: el fin de la enemistad con Estados Unidos, su principal adversario por medio siglo, fruto de un histórico acercamiento iniciado por Raúl y el presidente Barack Obama y anunciado al mundo el 17 de diciembre de 2014.

Ambos países restablecieron lazos diplomáticos el 20 de julio de 2015, cerrando el último capítulo de la Guerra Fría en América.

Obama justificó el drástico cambio de política hacia Cuba afirmando que los intentos de aislar a Cuba habían terminado por aislar a Estados Unidos en el continente, y pidió al Congreso que elimine el embargo a la isla.

Fidel Castro llegó a ser el más antiguo gobernante en ejercicio en el mundo y bajo su régimen nació el 70% de los 11 millones de cubanos, que desde 2006 se habituaron paulatinamente a su eclipse del poder.

Hombre del eterno desafío a Washington, que instauró un régimen comunista a 150 km de las costas de Estados Unidos, el líder cubano despertó amores y odios: considerado por unos como símbolo de soberanía y dignidad latinoamericanas, de solidaridad y justicia social; y por otros como un dictador megalómano y cruel.

Sus críticos le achacan haber forjado un sistema totalitario de partido único, represor de toda disidencia y con un rotundo fracaso económico; pero sus admiradores destacan que elevó los índices de salud de Cuba al nivel de los del primer mundo, desarrolló la educación, la cultura y el deporte.

De las armas a las urnas

Último de los protagonistas de la Guerra Fría y en particular de su momento más candente -la crisis desatada por la instalación de los cohetes soviéticos con ojivas nucleares en Cuba en 1962-, Fidel Castro lideró un movimiento insurgente de alcance continental en América Latina, donde cientos de miles tomaron las armas inspirados en la revolución cubana para enfrentar regímenes de derecha o sangrientas dictaduras respaldadas por Estados Unidos.

La muerte lo sorprendió en momentos en que sus ambiciones geopolíticas en América Latina, que no pudo realizar por las armas, fueron conseguidas paradójicamente a través de elecciones democráticas. Gobiernos de izquierda amigos de Cuba están en funciones en Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Uruguay, Perú, Nicaragua, El Salvador y varias pequeñas islas del Caribe.

Su sueño de una revolución en la petrolera y vecina Venezuela, a cuyas guerrillas apoyó con armas en la década de 1960, se realizó con creces con la llegada al poder del teniente coronel Hugo Chávez en 1999, cuya ayuda con crudo y dinero le permitió sobrevivir al derrumbe soviético.

Sin embargo, la abrupta muerte de Chávez, su heredero político, el 5 de marzo de 2013, significó un duro golpe para Cuba y levantó dudas sobre la continuidad de la ayuda venezolana. Esto ayudó a convencer a Raúl de la conveniencia de buscar un deshielo con Washington, según analistas.

Simplemente Fidel

De emblemática barba y uniforme verde olivo, el “Comandante en Jefe”, llamado simplemente Fidel por los cubanos, fue un líder de personalidad aplastante, omnipresente y de discursos maratónicos.

Convaleciente, irrumpió en marzo de 2007 como autor de una columna llamada “Reflexiones del Compañero Fidel”, de las que llegó a publicar más de 400 en la prensa cubana, principalmente con arremetidas contra Washington y alertas sobre los peligros que enfrenta el planeta.

Visto en los primeros años de enfermedad solo en fotos y videos, en traje deportivo, Fidel se recuperó y reapareció en público en julio de 2010 en algunos encuentros académicos sobre temas internacionales, e incluso vistió en ocasiones de verde olivo, pero sin insignias militares para dejar claro que no retornaría al gobierno.

Apareció en público por última vez el 13 de agosto de 2015, el día en que cumplió 89 años, cuando se reunió con dos presidentes aliados, el venezolano Nicolás Maduro y el boliviano Evo Morales, que habían llegado a La Habana a saludarlo.

Nacido el 13 de agosto de 1926 en la aldea de Birán (oriente), hijo de un inmigrante gallego devenido terrateniente y una cubana humilde, llegó al poder el 1 de enero de 1959 al derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista, tras 25 meses de lucha guerrillera en la Sierra Maestra.

Enfrentó a once presidentes de Estados Unidos, a la invasión de Bahía de Cochinos organizada por la CIA en 1961, a la crisis de los misiles de 1962, al embargo impuesto por Washington casi desde el inicio de la revolución, a la caída del muro de Berlín y a la desintegración de la Unión Soviética, que había sido el sostén económico, ideológico y militar de la isla por tres décadas.

Bajo su gobierno, más de un millón y medio de cubanos abandonaron la isla por razones políticas y económicas, y se radicaron principalmente en Miami (Estados Unidos), desde donde los más feroces anticastristas organizaron o apoyaron conspiraciones y planes de asesinato en su contra, a veces en complicidad con la CIA.

Fidel Castro, a quien tantos y tantas veces dieron por muerto, tuvo ocho hijos: una mujer (Alina, quien se le opuso y emigró a Miami) y siete varones, cinco de ellos con Dalia Soto del Valle.