De acuerdo con las autoridades los cuerpos, que se encontraban en estado de descomposición y presentaban huellas de tortura y de heridas por armas de fuego, fueron hallados en el municipio de Tamazula, ubicado en la región de Durango (norte) y vecina de Chihuahua, a donde fueron tasladados a un servicio forense.
Según las primeras investigaciones, estas personas habían sido secuestradas desde el sábado pasado en Badiraguato, Sinaloa, otro estado vecino de Chihahua y Durango.
La frontera en la que se unen Sinaloa, Chihuahua y Durango, en el norte de México, conforma una zona de montañas y barrancas conocida desde hace décadas como el Triangulo Dorado, en donde los cárteles de Sinaloa y de Juárez producen grandes cantidades de marihuana y amapola.
La detención en febrero pasado de Joaquín el Chapo Guzmán, hasta entonces líder del cartel de Sinaloa y considerado el capo más poderoso del mundo, generó un reacomodo entre los grupos del crimen organizado que operan en el norte y noroeste del país.
Las acciones de venganza entre las organizaciones criminales y la estrategia militarizada contra ellas lanzada en el 2006 por el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) han dejado desde entonces más de 80 mil muertos y miles de desaparecidos en México.