Internacional

Israel anula nuevos permisos de construcción en Jerusalén Este

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu pidió este miércoles aplazar el examen de nuevos permisos de construcción en Jerusalén Este, ocupada y anexionada por Israel, para evitar aumentar las tensiones con Estados Unidos.

Benjamin Netanyahu (C) exigió el aplazamiento de permisos de construcción en Jerusalén Este. (Foto Prensa Libre: AFP)

Benjamin Netanyahu (C) exigió el aplazamiento de permisos de construcción en Jerusalén Este. (Foto Prensa Libre: AFP)

Esta decisión, anunciada por una oenegé y confirmada por un edil, se produjo horas antes de que el secretario de Estado norteamericano saliente, John Kerry, pronuncie un discurso sobre el conflicto entre Israel y los palestinos, en el Departamento de Estado.
 
El presidente [del comité de planificación y construcción de Jerusalén] nos dijo que [el asunto de los permisos] había sido retirado de la orden del día, a petición del primer ministro para evitar un conflicto con el Gobierno estadounidense, declaró un consejero municipal, Hanan Rubin.
 
El comité debía estudiar la concesión de 492 permisos de construcción en las colonias de Ramat Shlomo y Ramot en Jerusalén Este, la parte palestina de la Ciudad Santa, precisó Rubin.
 
El examen de esos permisos se llevará a cabo en una fecha posterior, añadió, sin dar más detalles.
 
La oenegé anticolonización Ir Amim había anunciado previamente que los permisos de construcción concernían 618 viviendas en Jerusalén Este.
 
Las relaciones entre Israel y su aliado estadounidense están deterioradas, máxime después de que Washington se negara a vetar el viernes una resolución de la ONU que condena las colonias israelíes por primera vez desde 1979.
 
Con la abstención de Estados Unidos, los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron un texto que insta Israel a cesar inmediatamente cualquier actividad de colonización en territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Este, alegando que las colonias no tienen valor jurídico y son peligrosas para la viabilidad de una solución con dos Estados.
 
La actitud estadounidense provocó la cólera de Israel, cuyo primer ministro rechazó una resolución anti-israelí vergonzosa y afirmó que su país no la respetará.
 
Pero, en lo que parece ser un intento de distender las relaciones, Netanyahu ha pedido el aplazamiento del debate sobre la concesión de los permisos de construcción en Jerusalén Este.
 

Visión de Kerry sobre la paz

 
La comunidad internacional, que califica de ilegal la colonización israelí, considera que ésta es el mayor obstáculo para la paz, ya que los asentamientos se construyen en tierras que podrían pertenecer al Estado al que aspiran los palestinos.
 
Estados Unidos actuó tradicionalmente como el escudo diplomático de Israel pero, frustrado tras años de esfuerzos inútiles, decidió abstenerse en la ONU alegando el impacto negativo de la colonización sobre el proceso de paz israelo-palestino, en punto muerto desde el 2014.
 
Este miércoles, Kerry presentará en un discurso su visión completa sobre este proceso de paz. No lo hemos abandonado y no pensamos que los israelíes y los palestinos deban [hacerlo], declaró el portavoz del Departamento de Estado.
 
Kerry cree que es su deber, en sus últimas semanas y últimos días como secretario de Estado, presentar lo que él piensa que debe ser el camino hacia una solución con dos Estados, según el portavoz.
 
Donald Trump, que asumirá la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, ha mostrado un discurso más favorable respecto de Israel en los últimos tiempos, llegando incluso a pedir que Washington vetara la resolución de la ONU.
 
Aunque esta resolución no prevé sanciones contra Israel, el Gobierno teme que facilite las denuncias ante la Corte Penal Internacional y avive el rechazo contra los productos de las colonias.
 
Tras el voto del Consejo de Seguridad, Israel anunció que reduciría sus relaciones con algunos países que votaron a favor del texto y llamó a consultas a sus embajadores en Nueva Zelanda y Senegal, que impulsaron la resolución en la ONU.
 
Unos 430 mil colonos israelíes viven en Cisjordania ocupada, y más de 200 mil residen en Jerusalén Este.

La difícil búsqueda de la paz en Cercano Oriente

 A punto de finalizar su labor como secretario de Estado norteamericano, John Kerry presentará hoy su visión sobre cómo podría alcanzarse un futuro en paz entre israelíes y palestinos.

¿A qué se debe que hasta ahora fracasen todos los intentos de encontrar una solución al conflicto? ¿Por qué tampoco se logró ningún avance durante los ocho años de gobierno de Barack Obama? A continuación, algunas claves:

¿Por qué es tan complicada la busqueda de una solución?

Israelíes y palestinos alcanzaron sus primeros acuerdos de paz hace más de dos décadas. Uno de los objetivos era la fundación de un Estado palestino pacífico y democrático que coexistiese con el israelí. Pero hasta ahora las partes no consiguieron llegar a un acuerdo para superar el conflicto definitivamente. Israel sigue construyendo asentamientos en territorio palestino y los palestinos siguen atentando contra los israelíes. El principal problema es que el máximo que están dispuestos a ceder los israelíes en las negociaciones está muy lejos del mínimo que exigen los palestinos.

¿Cuáles son los principales puntos de disputa entre las partes?

Los puntos más conflictivos son el establecimiento de las fronteras entre Israel y un futuro Estado palestino, la seguridad de Israel, el futuro de los casi cinco millones de refugiados palestinos y las aspiraciones sobre Jerusalén. Israel quiere que Jerusalén sea su capital indivisible, mientras que los palestinos quieren establecer la capital de su Estado en el este de la ciudad, la parte árabe.

¿Cuándo se produjeron las últimas negociaciones?

El último intento de encontrar una solución al conflicto fracasó en abril de 2014. Kerry trabajó durante nueve meses buscando un acercamiento entre ambas partes, pero las negociaciones colapsaron tras el acuerdo para formar un Gobierno de unidad alcanzado entre los radicales de Hamas y el moderado Al Fatah, del presidente palestino Mahmud Abbas. Israel, que había paralizado la construcción de asentamientos, anunció que los retomaba y retrasó la acordada liberación de presos palestinos. Kerry dio a entender que Israel tuvo una mayor responsabilidad en el fracaso de las negociaciones.

¿Qué supone la división de los palestinos para el proceso de paz?

Desde 2007, Hamas controla la Franja de Gaza y Al Fatah gobierna en Cisjordania. Los intentos de lograr la reconciliación entre ambas facciones palestinas y de celebrar nuevas elecciones no lograron un éxito duradero. Esa división entre las principales organizaciones palestinas y su falta de legitimidad desde años ante la ausencia de elecciones democráticas juegan a favor de Israel. El Gobierno de derechas de Benjamin Netanyahu alega que por la parte palestina no hay un verdadero interlocutor para negociar la paz.

¿Qué esperan los palestinos de la conferencia de paz en París?

Los palestinos consideran una pérdida de tiempo negociar directamente con israel sin el auspicio de la comunidad internacional. Acusan a Israel de negociar sólo para aparentar y mientras tanto ampliar sus asentamientos en territorio palestino. Los palestinos apuestan desde hace años por una internacionalización del conflicto. Por ahora lograron algunos éxitos, como el hecho de que las Naciones Unidas les concediese en 2012 el estatus de Estado observador. En 2015 entraron también en la Corte Penal Internacional. Sin embargo, Israel reclamando conversaciones direectas con los palestinos y rechaza un “dictado” internacional.

¿Por qué exige Israel el reconocimiento como Estado judío?

Para Netanyahu se trata de parte fundamental de un futuro acuerdo de paz. Alega que el conficto con los palestinos no trata tanto de fronteras y asentamientos como de “la continua negativa a reconocer al Estado judío en cualquier frontera”. El primer ministro israelí acusa a los palestinos de querer una “limpieza étnica” de judíos en sus terroritorios y pretender que la minoría árabe se mantenga en Israel. Los palestinos se niegan a reconocer el Estado judío, pues consideran que se trata de una petición inaceptable con la que Netanyahu quiere dificultar cualquier acuerdo. Desde su punto de vista, ya garantizaron a Israel el derecho a vivir en paz y seguridad hace tiempo, con los acuerdos de paz de 1993. Con el reconocimiento de Israel como Estado nacional de los judiós renunciarían automáticamente al derecho de los refugiados palestinos a retornar y restarían derechos a la minoría árabe de Israel.

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