Melania llegó frente al papa Francisco con el estilo que la caracteriza: con un vestido de mangas largas de Dolce and Gabbana y un velo negro cubría su cabeza. Similar fue el atuendo de Ivanka, la hija de Trump que califican como la “favorita del mandatario”, quien utilizó un velo más largo.

Estrecharon la mano del Sumo Pontífice, pidieron su bendición, intercambiaron regalos, incluso, hubo tiempo para alguna broma que el Papa hizo con Melania, al hablar de la “pottiza”, un platillo tradicional de Eslovenia.

El paso de Melania por el Vaticano llamó la atención de las cámaras que tampoco olvidaron retratar los gestos de indiferencia que tuvo contra su esposo, pero también provocó la pregunta sobre su vestimenta: ¿Por qué en Arabia Saudí la primera dama de Estados Unidos y su hija no utilizaron un atuendo con más “recato” como el que vistieron en el Vaticano?

Ni Melania ni Ivanka utilizaron burka para cubrirse el rostro cuando llegaron al país de Medio Oriente, hecho que ha desatado las críticas hacia ellas por hacer caso omiso al protocolo de vestimenta en visitas de este tipo.

Por si fuera poco, cuando Melania bajó del avión, estrechó la mano del rey Salman bin Abdulaziz Al Saud, quien  esperaba en el aeropuerto de Riad, hecho que fue mal visto por los musulmanes conservadores, ya que ven con malos ojos que una mujer dé la mano a un hombre.

Ante el hecho, varios medios recordaron cuando Donald Trump criticó a Michelle Obama, por no utilizar un velo en su visita a Arabia Saudí. En ese entonces, el magnate norteamericano afirmó que eso pudo haber sido tomado por las autoridades  como un “insulto” para su país.

La “justificación”

La portavoz de la primera dama estadounidense, Stephanie Grisham, dijo que la esposa de Trump no utilizó  un hijab en Arabia Saudí porque el país “no pidió que lo llevara” y que no fue un “requisito”.

Sobre el contraste en las visitas, dijo que las reglas del Vaticano se deben cumplir estrictamente y que la Santa Sede recomienda que las mujeres utilicen “ropa formal negra y un velo para cubrir la cabeza”.

El protocolo del Vaticano también señala que el largo de la falda debe ser por debajo de la rodilla, no llevar escotes y que el vestido debe ser de manga larga. También se solicita que no lleven excesos de joyería ya que esto se considera una falta de respeto.

Sin embargo, algunas mujeres de altos rangos que han visitado al papa Francisco han omitido estas “instrucciones” y han llegado con las cabezas descubiertas. Tal fue el caso de Angela Merkel, canciller de Alemania.

Aún así, hay personalidades que sí pueden utilizar vestimenta blanca y está establecido en el protocolo llamado “Privilegio de blanco”, el cual puede ser utilizado únicamente por reinas y princesas.

Con información de Univisión y La Vanguardia