Por aparte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña, también informó de la muerte de Kantar, presentándolo como el “jefe de la resistencia siria para la liberación del Golán”, un grupo creado hace dos años por el Hizbulá para lanzar operativos en esta región parcialmente ocupada desde la guerra de los Seis Días por el Estado de Israel.
El Hizbulá, que atribuyó el bombardeo en el que murió Kantar a “aviones del enemigo sionista”, combate en Siria junto a las fuerzas del régimen de Bachar al Asad, contra los rebeldes y los grupos yihadistas.
Israel afirmó estar “feliz” por el fallecimiento de Kantar, sin por ello reivindicar el bombardeo que causó la muerte de este hombre de 54 años, padre de un niño de cuatro años, nacido tras su casamiento con una periodista libanesa.
Kantar había sido condenado en 1980 a cadena perpetua en Israel, tras ser acusado de haber matado a tres personas, incluido a una menor, y fue liberado en 2008 en un intercambio de prisioneros entre el Hizbulá y el Estado israelí.
En abril de 1979, cuando tenía 17 años, junto a otros tres miembros del Frente de Liberación Palestina ingresaron por mar y desde el Líbano en el poblado israelí de Nahariya, donde mataron a tres personas de la misma familia, incluida una pequeña hija de 4 años. Dos militantes fueron abatidos por militares y Kantar fue detenido junto a otro miembro del movimiento palestino.
La ministra de Justicia israelí, Ayelet Shaked, calificó a Kantar de “multiterrorista que mató a una niña rompiéndole el cráneo”.
