“Este es un tiempo propicio para hacer gestos concretos de paz y aunque no vivimos en una guerra abierta, la violencia nos está matando, las familias están llorando la pérdida de seres queridos, el luto y la zozobra se ha apoderado y la Navidad como tiempo de paz reclama paz”, dicen los representantes de IPAZ, entre ellos el reconocido obispo luterano Medardo Gómez.

 “Es un llamado a los grupos de pandillas a que paren la violencia que tanta muerte causa y que tanto preocupa y castiga a nuestro pueblo salvadoreño, que lo hagan como un gesto que nos haga sentir la esperanza de vivir en paz” , dijo Gómez.

“Ya mucha sangre se ha derramado”  y “es tiempo de que las pandillas den muestra de querer parar y alejarse de la violencia”  para reinsertarse como miembros productivos de la sociedad, agregó Gómez.

Según cifras de la Policía Nacional Civil  (PNC) , entre enero y noviembre pasados se registraron cuatro mil 946 homicidios, cifra muy alta aunque menor a los seis mil 71 asesinatos cometidos en igual período del 2015.

El director de la Policía, comisionado Howard Cotto, atribuyó la reducción en los homicidios a “la mayor operatividad”  que han tenido las autoridades.

El pastor de la iglesia evangélica Torre Fuerte Nelson Valdez señaló en la misma rueda de prensa que “el país vive con un estrés social”  por causa de la violencia.

“El llamado es a que esta violencia pare (…), pues los más golpeados son la gente pobre” , clamó Valdez.

La violencia en El Salvador es atribuida principalmente a las pandillas, que tienen unos 70 mil miembros, de los cuales 16 mil están encarcelados, según las autoridades.

El Gobierno salvadoreño acusa a las “maras”   (pandillas) de mantener los altos índices de homicidios y otros crímenes que sitúan a El Salvador como uno de los países más violentos del mundo.

Hasta el 7 de diciembre anterior el país centroamericano registrabacinco mil 34 asesinatos, con lo que superó por segundo año consecutivo las cinco mil muertes violentas.

Desde 1999 solo el 2015 había sobrepasado esta cifra; estuvieron cerca del 2011  (cuatro mil 371) , 2006  (tres mil 927) y 2014  (tres mil 915) .

Desde abril pasado el Gobierno implementó medidas de represión fuertes para tratar de frenar la violencia pandilleril. En lo que va de año la policía reportó más de 500 enfrentamientos armados en los que han muerto casi 600 pandilleros y unos 60 agentes del Estado.