Internacional

Plan de armas de Obama no habría impedido balaceras masivas

Las medidas de control de armas anunciadas el martes por un emocionado Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no habrían impedido la balacera en que murieron 20 estudiantes de primer grado de la escuela Sandy Hook en Newtown, en el estado de Connecticut, o la que mató a 14 trabajadores sociales en una fiesta navideña en San Bernardino, California.

 La acción ejecutiva impulsada por Obama amplía los controles obligatorios de antecedentes a ventas de armas realizadas en ferias, mercados o a través de internet y destina a más de 230 examinadores y personal para ayudar en la tarea. Además pide a los estados que proporcionen historiales delictivos precisos y actualizados.       

Estas medidas se ven como cruciales para frenar los suicidios con armas — la causa de dos tercios de las muertes por disparos— al bloquear el acceso inmediato a las armas.

Pero según muestra una revisión de Associated Press, no habrían tenido impacto alguno a la hora de impedir que las armas llegasen a manos de sospechosos de varias de las balaceras más letales de los últimos tiempos, que han generado llamados para un mayor control de las armas.       

Los tiradores de Sandy Hook y San Bernardino utilizaron armas compradas por una tercera persona, protegiéndolos de la verificación de antecedentes. En otros casos, los atacantes compraron las armas de forma legal.       

En Aurora, Colorado, y en el Navy Yard de Washington, hombres que estaban bajo tratamiento médico por problemas mentales recibieron autorización para comprar armas porque los controles federales revisaron sus historiales delictivos y documentos judiciales para detectar signos de enfermedad mental.

El gobierno de Obama está haciendo cambios en ese aspecto, tratando de incorporar determinados datos de la Seguridad Social al sistema de control de antecedentes y ayudando a los estados a proporcionar más información sobre personas que tiene prohibido acceder a armas por razones médicas.       

El sospechoso de una balacera en una iglesia de Charleston, South Carolina, debería haber sido detectado en ese momento, pero errores y retrasos le permitieron comprar un arma.       

Aunque probablemente la iniciativa no habría impedido balaceras masivas ocurridos recientemente,

Obama rechazó que esto reste importancia a los cambios.       

“Quizás no podamos salvar a todos, pero podríamos salvar a algunos” , apuntó Obama.       

A continuación, un vistazo a cómo obtuvieron las armas los supuestos autores de algunas balaceras masivos recientes: 

———        2 de diciembre de 2015, San Bernardino, California, 14 muertos       

Syed Farook y su esposa emplearon armas que, según el FBI, su vecino Enrique Márquez compró de forma legal a un vendedor con licencia federal en 2011 y 2012. Márquez, que enfrenta cargos por conspiración entre otros, dijo a los investigadores que Farook le pidió que comprase las armas porque despertaría menos atención. En ese momento, los dos hombres estaban planeando una balacera en un colegio comunitario y en una autopista, sostiene el FBI.

       
——— 1 de octubre de 2015, Roseburg, Oregon, 10 muertos    

   
Christopher Harper-Mercer y los miembros de su familia compraron legalmente las pistolas y el rifle que usó en la balac era del Umpqua Community College a un comerciante de armas con permiso federal, según la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos. 
     

———16 de Julio de 2015, Chattanooga, Tennessee, 5 muertos       

El FBI dijo que algunas de las armas que Muhammad Youssef Abdulazeez empleó en un ataque contra un par de instalaciones militares fueron adquiridas de forma legal, aunque otras no.

No está claro cuándo se efectuaron las compras ni si se comprobaron sus antecedentes.

Familiares dicen que Abdulazeez tenía un historial de enfermedades mentales, que realizó una serie de viajes al extranjero y que fue detenido en abril por la sospecha de que conducía bajo los efectos del alcohol.

En mayo del 2013, no superó una comprobación de antecedentes para lograr un puesto de ingeniero en una planta nuclear en Ohio.       

——— 17 de junio de 2015, Charleston, South Carolina, 9 muertos       

Una detención por drogas en febrero debería haber impedido que Dylann Roof comprase la pistola que según autoridades empleó en la iglesia Emanuel AME, pero un error en el registro de los datos y un retraso en la comprobación permitió que la transacción siguiera adelante.

El FBI dijo que el encargado de verificar los antecedentes nunca vio el informe de detención porque en los documentos aparece una agencia de detención errónea. El vendedor puede completar la operación de forma legal una vez pasan tres días.       

———16 de septiembre de 2013, Washington, D.C., 12 muertos       

Aaron Alexis, un ex reservista convertido en contratista civil, superó los controles federales de antecedentes y compró de forma legal la escopeta que empleó en la balacera del Navy Yard de Washington a pesar de su historial de arrebatos violentos y de haber recibido tratamiento para problemas de salud mental. Alexis fue acusado de disparar un arma en un momento de enfado en Texas en el 2004 y de nuevo en Seattle en el 2010, pero en ninguno de estos casos fue procesado.

En el 2011, recibió una baja con honores a pesar de haber protagonizado episodios de insubordinación, conducta desordenada y ausencias no autorizadas. Ninguno de estos aspectos le habría incapacitado para comprar un arma. 

——— 14 de diciembre de 2012, Newtown, Connecticut, 26 muertos  

Adam Lanza utilizó las armas de su madre, incluyendo un rifle semiautomático de calibre .223, en la masacre de la escuela primaria Sandy Hook. Investigadores dijeron que la madre de Lanza, a quien asesinó antes de dirigirse a la escuela, compró también la munición.       

——— 20 de julio de 2012, Aurora, Colorado, 12 muertos       

James Holmes estaba recibiendo tratamiento psiquiátrico cuando superó los controles de antecedentes obligatorios y compró legalmente las armas que utilizó en el asalto a un cine. Como en el caso del Navy Yard, el tratamiento médico por sí solo no lo habría inhabilitado para la compra.

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