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Tras escapar, “el Chapo” enfrenta a un narcotráfico distinto

El capo del narcotráfico más poderoso de México, Joaquín el Chapo Guzmán, tiene bastante trabajo por delante luego de escaparse de la cárcel pues el negocio del narcotráfico ha cambiado radicalmente durante los 17 meses que estuvo preso.

Los carteles enemigos han sido derrotados y las luchas internas entre facciones del cartel de Sinaloa, del que Guzmán es jefe, dejaron decenas de muertos en La Paz y Los Cabos, enclaves turísticos de la península de Baja California. Un nuevo cártel internacional de las drogas ha surgido, se ha fortalecido rápidamente y está librando una feroz batalla contra soldados y policías mexicanos en la zona occidental de ese país, al punto que usó un lanzagranadas para obligar a descender a un helicóptero, lo que contrasta con el estilo corporativo de el Chapo a la hora de manejar su empresa criminal.

Carteles mexicanos y colombianos ahora trabajan con pandillas de Centroamérica y se han apoderado de algunas de las rutas que el capo de Sinaloa usaba para transportar la droga.

En silencio, Guzmán se fugó de la cárcel de mayor seguridad de México hace poco más de una semana, al sumergirse en un agujero construido debajo de la ducha de su celda y recorrer un túnel de más de un kilómetro y medio en una especie de motocicleta. Ahora, aliados y enemigos están a la espera de ver cuál será su próximo movimiento.

“Creo que va a querer recuperar el control” de su imperio, dijo Jack Riley, de la agencia de lucha contra las drogas de Estados Unidos (DEA, según sus siglas en inglés) de Chicago. “Es una de las razones por las que dudo que se vaya de ese país.”

Allegados toman el control

Documentos internos de la DEA, obtenidos por The Associated Press, indican que mientras el Chapo estuvo preso, el cartel de Sinaloa fue dirigido por varios de sus principales allegados como Ismael el Mayo Zambada García, Rafael Caro Quintero y Dámaso López Núñez, así como por uno de sus hijos, Iván Archivaldo Guzmán Salazar.

Se cree que el propio el Chapo seguía dando órdenes desde la cárcel a su hijo y a otros miembros del cartel “a través de los abogados que lo visitaban y tal vez desde un teléfono celular suministrado… por guardias corruptos”, señala el documento.

Los cambios que pueda haber habido en las operaciones del cártel durante la detención del el Chapo dependerían, en buena medida, de hasta qué punto él seguía controlando las cosas desde la cárcel. Pero la complejidad y el éxito de su fuga hacen pensar que seguía ejerciendo una gran influencia, por no decir que continuaba controlando todo desde adentro, según expertos consultados.

Pero ahora el Chapo operará bajo una nueva dinámica porque el gobierno eliminó a varios importantes capos. Desde su captura en febrero del 2014, las autoridades apresaron a Héctor Beltrán Leyva, jefe del cártel que lleva su nombre, así como al capo del cártel de Juárez, Vicente Carrillo Fuentes, al de Los Caballeros Templarios, Servando la Tuta Gómez, y al de los Zetas, Omar Treviño Morales. El líder de Los Caballeros Templarios, Nazario Moreno, murió en una balacera con el ejército.

Sólo los de Jalisco Nueva Generación, el cártel que obligó a descender a un helicóptero, aprovechó el vacío generado por el arresto del “Chapo” para convertirse en una de las organizaciones delictivas internacionales más poderosas de México. Surgió como un desprendimiento de la división del cártel de Sinaloa dedicada a las metanfetaminas, dirigida por el finado Ignacio Nacho Coronel, y la cual era considerado un aliada de Sinaloa. Pero resta por verse cuál será la dinámica entre esas dos organizaciones en el futuro.

Cartel de Sinaloa fue debilitado

“El cartel de Jalisco fue creciendo y el cartel de Sinaloa fue debilitado por la captura de el Chapo”, dijo Rafael Benítez, experto en temas de seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Entonces dejó el espacio vacío, perfecto, para que el cartel de Jalisco creciera y el Chapo seguramente va a intentar restaurar el control del cártel de Sinaloa.”

Algo parecido ocurrió en Honduras, donde la pandilla Mara Salvatrucha, que en el pasado se limitaba a extorsionar gente y a vender drogas al menudeo, se dedica ahora a transportar droga desde Colombia a través de la región, indicó Samuel Logan, de Southern Pulse, una firma consultora de temas de seguridad y negocios.

“No sé de qué lado están ahora, si trabajan para los colombianos o para los mexicanos. Pero el Chapo perdió mucho terreno hacia fines del año pasado y su cadena de abastecimiento se ha resentido”, dijo Logan. “Seguramente tratará de reconstruirla.”

Guillermo Valdés, exdirector de los servicios de inteligencia mexicanos, conocidos por la sigla CISEN, destaca que luego de fugarse de otra prisión de máxima seguridad en 2001, el Chapo pasó de ser un traficante de nivel intermedio a uno de los grandes capos del narcotráfico a nivel mundial. Tal vez intente expandirse nuevamente.

“Es una gente que se ha hecho leyenda”, dijo Valdés. “Si tú te pones a ver las organizaciones del narco que existían en 1990 y las que existen ahorita, la única duradera es la de Sinaloa, es lo que te habla de la calidad de la estrategia y liderazgo.”

A lo largo del año pasado, el gobierno asestó numerosos golpes a los carteles del Golfo y de los Zetas, que controlan el estado de Tamaulipas, fronterizo con Texas. El Chapo podría tener la mira puesta en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, pegada a Laredo, Texas, que es uno de los puertos terrestres más grandes del mundo y el cual trató de controlar en el pasado, afirmó Valdés.

“El Chapo ha querido controlar Nuevo Laredo desde el 2001”, dijo. “Hubo tres momentos de guerra muy fuertes por el control de esa plaza y nunca pudo.”

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