Las otras dos muertes violentas se dieron en el occidental departamento de Sonsonate, donde un equipo del Grupo de Reacción Policial (GRP) “respondió al ataque de parte de un grupo de pandilleros de la MS13”, que fueron “sorprendidos planificando la comisión de delitos en contra de los pobladores”.
En el tiroteo murieron “dos de los terroristas”, cuya identidad se desconoce, y tras el enfrentamiento las autoridades decomisaron “dos armas de fuego, con su cargador y cartuchos”.
El número de pandilleros muertos en balaceras con la Policía se disparó en un 109.12 % en 2016 al pasar de 285 en el 2015 a 596, de los que el 62 % pertenecían a la MS13, el 22,6 % al Barrio 18 ala Sureños, el 15.1 % a la facción Revolucionarios de la misma pandilla y el 0.3 % a la minoritaria Máquina.
El Salvador es asediado por las pandillas MS13, ambas alas del Barrio 18 y otras minoritarias, que poseen más de 600 células en todo el país, y a las cuales el Gobierno atribuye la mayoría de los crímenes.