Internacional

Una nueva tragedia golpea la industria de Bangladés

Una nueva tragedia golpeó el sábado la industria de Bangladés, con al menos 26 muertos al incendiarse una fábrica que suministra a multinacionales.

Incendio por explosión en fábrica de Bangladés dejá decenas de muertos y heridos. (Prensa Libre: AFP)

Incendio por explosión en fábrica de Bangladés dejá decenas de muertos y heridos. (Prensa Libre: AFP)

Aunque en un principio se temió que la explosión en una caldera y el posterior incendio que se originó afectara a una de las innumerables plantas textiles que se agolpan en áreas industriales alrededor de la capital bangladesí, la desgracia se ensañó esta vez con una empresa de empaquetado, Tampaco Foils Limited.

Esta firma situada en uno de los complejos industriales de Tongi, a unos 25 kilómetros al norte de Dacca, asegura en su página web contar entre sus clientes con importantes multinacionales de sectores como el tabaquero, alimentario o farmacéutico, aunque este extremo no fue confirmado por fuentes independientes en cada caso.

El fuego se desató por la explosión de una caldera, por causas que investigan las autoridades y cuando estaba a punto de acabar el turno de noche, y el edificio de cuatro plantas terminó desplomándose.

Una veintena de equipos de bomberos acudieron a apagar las llamas y al rescate de los trabajadores.

Las decenas de heridos fueron evacuados a hospitales de Tongi y de Dacca, mientras los equipos de rescate recuperaban cuerpos sin vida.

El cirujano responsable del Hospital de Tongi, Parvez Mia, aseguró que en este centro se encuentran los cadáveres de 19 de los fallecidos.

Otros cinco se encuentran en el Hospital Medical College de Dacca, según confirmó Bacchu Miah, un portavoz del puesto policial situado en este centro.

Televisiones locales como Jamuna Television mostraron imágenes de filas de cuerpos sin vida en pasillos de los hospitales.

“Cuando estábamos todos a punto de acabar el trabajo y preparándonos para ir casa, explotó la caldera. Corrí afuera de la factoría y me rompí una mano”, declaró a los periodistas en el hospital de Tongi uno de los empleados heridos, Mahbubur Rahman, que sufrió además quemaduras.

Las autoridades ordenaron una investigación de las causas de la explosión sin esperar a que terminara el fuego, que a última hora de la tarde estaba controlado pero no extinguido, explicó Mahmudul Haque, un inspector del servicio contra incendios.

“Siempre cuidamos por el bienestar de nuestro trabajadores” , subrayó el dueño de la fábrica, Syed Mokbul Hossain, quien recalcó: “es solo un accidente en el que no pudimos ayudar”.

Hossain confirmó que 75 empleados estaban en la planta, de los cerca de 500 del total de su plantilla, a punto de terminar el último turno antes de unos días libres por la festividad de Eid-ul-Adha o fiesta musulmana del sacrificio.

El propietario señaló que la empresa fabrica productos como envases de plástico y de fibra de aluminio para firmas locales y extranjeras, entre las que citó a British American Tobacco.

Sujon Mahmud, un portavoz del grupo alimentario Pran, con sedes en varios países asiáticos, aseguró que Tampaco Foils es uno de uno sus suministradores.

La tragedia ha vuelto a golpear a la industria bangladesí, en el ojo del huracán desde que en el 2013 se produjo el derrumbe del complejo textil de nueve plantas Rana Plaza en Dacca, que causó la muerte de mil cien trabajadores y heridas a dos mil 500.

El inspector Ahmed destacó que desde entonces los controles se han centrado en el sector textil del país asiático, uno de sus principales motores económicos, tras las demandas desde el exterior.

Sin embargo, lamentó que otras industrias, con plantas como la de Tongi, nunca han sido objeto de inspecciones.

Las reformas para la mejora de la seguridad de las fábricas y de las condiciones de trabajo de sus empleados avanzan más lento de lo que reclamaron tras la tragedia del Rana Plaza organismos como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Unión Europea o Estados Unidos, ya que muchas de ellas producen para marcas europeas y estadounidenses.

Ni siquiera los juicios por aquel desastre tiene fecha todavía.

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