En medio de una gran expectación mediática, el anciano mejoró la marca que el mismo tenía, 24 kilómetros y 251 metros, establecida hace dos años en Suiza.

“Cuando te embarcas en esta aventura no sabes cómo puede salir, y por eso estoy muy contento”, afirmó.

Visiblemente fatigado, Marchand abandonó el cronómetro para pasar el pertinente control antidopaje, puesto que su plusmarca está homologada por la Unión Ciclista Internacional (UCI).

Pero el anciano había advertido de que no tenía ninguna inquietud al respecto, puesto que solo come miel antes de la prueba.

Posteriormente, ante los periodistas, se disculpó si parecía “pretencioso”, pero dijo no sentirse muy cansado. “Pensé que me fatigaría más”, señaló.

Marchand se tomó con humor la posibilidad de volver a batir el récord.

“Señores, tengo 102 años, a esta edad es mejor no hacer tonterías. Voy a esperar a ver si lo bate alguien”, dijo.

El plusmarquista afirmó tener noticias de un chino que puede intentar mejorar su marca.

“Si lo intenta, me gustaría ir a verle para animarle”, dijo.

Marchand, que fue bombero de París, está acostumbrado a superar metas, con lo que quiere probar que con una vida sana se puede estar en forma durante muchos años.

En septiembre de 2012 estableció el récord de velocidad en bicicleta en 100 kilómetros para centenarios, al recorrer esa distancia en cuatro horas, 17 minutos y 27 segundos en un velódromo de Lyon.

Instalado en una sana rutina, con una dieta en la que abundan “frutas y verduras”, el anciano corredor asegura pedalear “diariamente, siempre que el tiempo lo permita” .

Marchand mide 1.50 metros y pesa 50 kilos (medidas que le impidieron convertirse en profesional cuando tenía 20 años) y participó en su primera ruta ciclista de largo recorrido a los 86 años, en 1998.

Por Agencia EFE*