En el comercial aparecía un teléfono móvil utilizando dicha aplicación con la que enfocaba a una mujer que aparecía en la pantalla del terminal semidesnuda aunque de forma borrosa.

La locución de la pieza decía: “bromea con los amigos y que piensen que puedes ver cómo son sin ropa”, al tiempo que en la pantalla aparecía escrita la advertencia de que la aplicación estaba destinada a mayores de 16 años.

Un total de 26 espectadores presentaron quejas al regulador publicitario por el anuncio y la mayoría se mostró preocupado porque este podía ser visto por niños o adolescentes, además de alegar que era “denigrante para las mujeres” y que podría motivar comportamientos antisociales.

No obstante, la organización “Clearcast”, encargada de supervisar gran parte de los anuncios que se emiten en la televisión británica, valoró al dar el visto bueno a este que las imágenes no eran más subidas de tono que otra publicidad de ropa interior o algunos vídeos musicales.

La empresa Jesta Digital alegó también que el programa en el que se emitió no estaba destinado a menores.

Pero la Autoridad de estándares publicitarios concluyó que, aunque la modelo no aparece totalmente desnuda y en el anuncio se menciona el fin de “bromear”, el comercial no era apropiado para un público infantil al centrarse en la posibilidad de ver desnudos y era además “degradante” por el papel que adjudicaba a las mujeres