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Hombre de vida modesta deja millones en donaciones

Un hombre de Vermont que en ocasiones andaba con el abrigo roto y tenía la costumbre de cortar su propia leña para la calefacción, también tenía el talento oculto de escoger acciones bursátiles, lo que se hizo público tras su muerte cuando donó 6 millones de dólares a la biblioteca y hospital locales.      

BRATTLEBORO, VERMONT — Las inversiones de Ronald Read, que trabajó en una gasolinera y como limpiador, y falleció en junio pasado a los 92 años, “crecieron sustancialmente” a lo largo de los años, dijo su abogada, Laurie Rowell.       

Read, quien era conocido por vestir chaqueta de franela y gorra de beisbol, no dio nunca señales de tener una fortuna.       

“Era increíblemente frugal”, dijo Rowell el miércoles.

Cuando Read la visitaba en su despacho, “a veces se estacionaba lejos para no tener que pagar el parquímetro”.       

La donación de US$4.8 millones al Hospital Brattleboro Memorial, y de US$1.2 millones a la biblioteca Brooks Memorial son las mayores que hayan recibido las dos instituciones.

Read hizo también donaciones más pequeñas.       

“Es increíble. Esto no ocurre con frecuencia”, dijo la directora de fomento del hospital, Gina Pattison.       

Además del efectivo, tenía un fonógrafo Edison antiguo con docenas de tambores de grabación que dejó a la Sociedad Histórica Dummerston, dijo Rowell.  

“Es un aparato hermoso”, afirmó Muriel Taylor, presidenta de la Sociedad.       

Read nació en Dummerston in 1921. Fue el primero de su familia en graduarse de la secundaria Brattleboro, a la que caminaba a diario 13 kilómetros  (8 millas) de ida y vuelta desde su casa.

Después de prestar servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial, regresó a Brattleboro, donde trabajó 25 años en una gasolinera y 17 años limpiando en la tienda J.C. Penney local.       

En 1960 se casó con una mujer que conoció en la gasolinera. Ella falleció en 1970.       

Su hijastro Stepson Phillip Brown, de Somersworth, Nueva Hampshire, dijo al diario Brattleboro Reformer que visitaba a Read de vez en cuando, con más frecuencia desde que su salud comenzó a deteriorarse. La única señal de que Brown tenía inversiones era que leía regularmente The Wall Street Journal.  

“Quedé totalmente sorprendido”, dijo Brown de la riqueza oculta de Read. “Trabajaba duro, pero no creo que nadie tuviera idea de que era multimillonario”.