El buque Ashland llegó temprano al día siguiente, informó la Armada en un comunicado emitido el jueves.
Las mujeres, identificadas por la Armada como Jennifer Appel y Tasha Fuiaba, ambas de Honolulu, sufrieron la avería del motor de su embarcación en medio de una tormenta a finales de mayo pero creían que podrían llegar a Tahití usando sus velas.
“Ellos salvaron nuestras vidas”, dijo Appel en el comunicado de la Armada. “El orgullo y las sonrisas que mostramos cuando vimos (Armada de Estados Unidos) en el horizonte fueron de alivio total”.
La madre de Appel dijo el jueves último que ella nunca perdió las esperanzas de que su habilidosa hija fuera hallada.
Joyce Appel, de 75 años y residente de Houston, narró que recibió una llamada de su hija el jueves por la mañana, más de cinco meses después de la última vez que platicaron.
“Ella dijo, ‘¿Mamá?’ y le respondí, ‘¿Jennifer?’ porque no había sabido de ella por casi cinco meses”, agregó. “Y me dijo ‘sí, mamá’, y eso fue de verdad emocionante”.
Jennifer Appel zarpó el 3 de mayo, según su madre, pero perdió su teléfono por la borda el primer día de viaje. Desde entonces la señora no había podido contactar a su hija.
Las dos mujeres rescatadas dijeron a las autoridades que sobrevivieron gracias a que traían consigo agua purificada y alimentos suficientes para un año, en su mayoría productos deshidratados como avena y pasta.