Jorge Bergoglio se hizo revisar la vista antes de probar algunos lentes, esto le tomó al menos cuarenta minutos.

Según la agencia de informaciones religiosas I-Medias, el papa le dijo al encargado de la tienda: “Tenga cuidado, Alessandro.Yo pago lo que se debe”. Esto lo mencionó para que le cobraran el precio normal, sin hacerle ninguna clase de descuento.

“No quiero un nuevo marco, solo hay que cambiar el lente, no quiero gastar mucho. Eso sí cóbreme”, habría dicho el papa, según contó el optómetra Alessandro Spiezia.

Francisco, que sería hipermétrope y sufre presbicia, fue cliente en el pasado de esta tienda, así como el papa emérito Benedicto XVI, según el sitio internet del negocio.

En una entrevista a una cadena de televisión mexicana en marzo pasado, el papa, que lleva una vida sencilla cerca de la gente, afirmó que le hacía falta desde su llegada al papado en 2013, salir del Vaticano, anónimo, por las calles de Roma, para ir a comer una pizza, por ejemplo.