Guatemala

Más de dos mil hombres denuncian violencia doméstica

Con la esperanza de un debido proceso, los hombres víctimas de violencia doméstica acuden a las instancias judiciales, aunque la intención de hacerlo en los dos últimos años ha disminuido. 

Dos de cada diez denuncias por violencia doméstica, son presentadas por hombres. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec)

Dos de cada diez denuncias por violencia doméstica, son presentadas por hombres. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec)

Después de más de dos décadas de casados, un  jueves por la noche,  en vísperas de Navidad, la discusión se desató entre aquella pareja a causa de un balde de ropa sucia. La discusión llegó a tal punto que minutos después la policía se llevó  descalzo y golpeado al marido, quien logró salir una semana después de la cárcel, gracias a los testimonios de sus vecinos quienes aseguraron que era él la víctima de los azotes de su esposa.

El Ministerio Público contabilizó del 2013 al 2015, un total de 2 mil 162 denuncias en las que un hombre figuró como víctima. Durante los dos  últimos años, éstas disminuyeron de 689  en 2014 a 242 el año pasado.  Expertos atribuyen a “la vergüenza” de llevar un proceso penal y a la falta de instituciones que apoyen estas causas el descenso de denuncias.

En el Juzgado de Violencia Intrafamiliar de Primera Instancia de la zona 1, dos de cada diez denuncias de maltrato son interpuestas por hombres. Ellos pertenecen a todas las clases sociales y los hay de todas las edades.

Una de esas víctimas fue un sexagenario que llegó acompañado de su hermana, quien lo animó a presentar la denuncia. Llevaba al menos 30 cortadas hechas con un corta uñas, se las había hecho su mujer, 24 años menor que él, mientras lo mantuvo atado a una silla. El juzgado dictó medidas de seguridad a su favor.

En otro caso, un presentador de televisión acudió a denunciar a su pareja por violencia psicológica. Un cuidador de carros casi perdió el brazo, luego que su esposa ebria lo agredió con un machete, molesta porque ese día no llevó Q75 para cubrir los gastos de la casa.

Mientras duermen

“Por lo general quienes han tenido madres que son castrantes, posesivas, que no los dejan tomar decisiones y provienen de hogares en los que el hombre se transforma en un ente pasivo, coinciden con el perfil del agredido”, explica Rodolfo Fuentes Aqueche,  jefe de la coordinación de la unidad de Psicología en ese juzgado.

También influye en este tipo de relaciones  “patológicas” que la pareja haya crecido con un padre pasivo y una madre violenta. El agresor se forma dentro del núcleo familiar, agrega el psicólogo forense.

La violencia se clasifica en física, sexual, económica y psicológica. Las mujeres carecen de la fuerza física de sus compañeros pero usan otros mecanismos de agresión como la violencia emocional. En algunos casos cuando ellas han causado lesiones a su pareja, ellos han sido heridos después de ser apuñalados o parcialmente mutilados con tijeras mientras dormían.  

Las etapas del ciclo de violencia que sufren los hombres son las mismas: luna de miel, acumular tensión, explosión, violencia y reconciliación.  
  
Cuando estos casos de agresión ocurren, los hombres son remitidos a los bufetes populares, pues la Defensa Pública Penal no les presta ese servicio, comenta Silvya Alaya, encargada del Departamento de  Comunicación Social de esa entidad y quien reconoce: “la violencia, no importa el género del agresor, es violencia”.