Economía

Mientras más plata me entra, más gano  

Esta aseveración no es del todo cierta. Especialmente en el caso de ejecutivos con salarios altos, de profesionales con buenos ingresos o comerciantes con facturación abundante pero con un estilo de vida alto, que demanda gastos altos.

En la mayoría de casos que he podido analizar y dar consultoría personal, estas personas no poseen un ahorro significativo, así como inversiones o propiedades que puedan mostrar como parte de un patrimonio saludable. Dan la impresión de ser ricos pero solo tienen un estilo de vida alto y envidiable.

Con viajes vacacionales a lugares espectaculares, vehículos de marca europea del año con saldo aún pendientes de pagar por supuesto, relojes Cartier o Patek Philippe, vivienda alquilada o aun pagándolas en sectores de estrato alto, ropa de marcas exclusivas comprada con tarjeta de crédito pendiente de pagar, en su totalidad, costumbres cotidianas fuera de lo común, comiendo en restaurantes de alta cocina y precios altos, disfrutando su fin de semana en lugares por demás impresionantes, en fin llevando una vida arriba del promedio.

Al analizarles sus activos son pocos y sus pasivos son altos de ahí que su estado patrimonial es bajo, comparado con los ingresos que generan. Llevan un ritmo de gastos impresionante para satisfacer su estilo de vida, pero sin estar haciendo acopio de un resguardo para sus años futuros cuando la energía y las oportunidades escasean y las fuerzas se agotan.

Se meten a jugar el peligroso juego de “A ver quien parece más rico”, el cual les lleva a vivir de apariencia y en una constante competencia con sus iguales o colegas, la cual es supremamente dañina para su proyecto de vida. Viven para impresionar a los demás a costa de su bienestar económico futuro y su tranquilidad presente. No hay como caminar uno feliz en su propio camino, sin fijarse en los pasos que dan los demás, especialmente si el rumbo que le dan a su vida financiera es equivocada e imprudente.

El perfil que los describe según los economistas William Danko y Charles Stanley autores del famoso libro “El millonario de al lado”, es el siguiente: tienden a vivir por encima de sus medios, su vida es comprar y gastar; son hiper-consumidores, los factores que crean la riqueza no los valoran; le restan importancia a estos, tienen un consumo alto e inversión baja, son propensos al crédito y a endeudarse, son máquinas de trabajar, ganar y gastar, hacen ostentación de abundantes posesiones materiales despreciables; justifican su gasto, tienen aspecto y vida de ricos, pero no lo son, su idea de ser ricos es gastar en exceso, y su patrimonio es menor comparado con otros con los mismos ingresos y edad.

Espero que si tu realidad responde a este perfil, tomes la decisión de hacer los cambios necesarios a tiempo y llegues así, a tener un final feliz en la vida.

En mi libro “Cómo Hacerla en la Vida”, conocerás más sobre este y diversos temas de economía personal.

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