Guatemala

#DiálogoLibrePL: Disparos al aire son letales, aseguran expertos

En las fiestas de fin de año algunas personas celebran con disparos al aire, una práctica que se ha extendido en años recientes por el fácil acceso a armas, a la penetración del crimen organizado y el narcotráfico, que expone a todas las personas de su entorno, según Óscar Sacahuí Reyes, quien perdió a su madre, Elisa Reyes, en el 2009 por esa causa, y Otto Danny León, psicólogo y consultor forense, quienes participaron ayer en Diálogo Libre, que se transmite en www.prensalibre.com.

irene de León e Irving Escobar, periodistas de Prensa Libre, entrevistan al activista Óscar Sacahuí Reyes y al psicólogo Otto Danny León, durante el programa Diálogo Libre.

irene de León e Irving Escobar, periodistas de Prensa Libre, entrevistan al activista Óscar Sacahuí Reyes y al psicólogo Otto Danny León, durante el programa Diálogo Libre.

Usted es una víctima colateral de los disparos al aire. ¿Cómo fue ese episodio en el que murió su madre?

Sacahuí: Sucedió el 24 de diciembre del 2009, justo a las cero horas. La familia estaba reunida en la casa de mi abuelo, y a la medianoche salimos a ver los fuegos artificiales, cuando de pronto ella cayó desvanecida con sangrado en la cabeza. Pensamos que había sido un infarto o cualquier otra cosa. Al día siguiente se intentó operarla en el hospital, pero no se pudo sacar la bala y ella falleció ese día.

¿Qué análisis se puede hacer del perfil de la persona que dispara al aire sin ningún propósito?

Sacahuí: La mayoría lo hace en relación con las fiestas y bajo efectos de alcohol o drogas. Así lo establecen las denuncias.

León: Generalmente, la persona lo hace por un acto ritualista, es algo establecido en la conducta humana. El ser humano siempre trata de buscar a toda costa el poder, y un arma de fuego brinda poder. Hacer disparos por euforia o enojo magnifica esa conducta propia de sentirse poderoso, muchas veces sin medir las consecuencias, pero hay quienes sí lo hacen de manera perversa, sabiendo que pueden causar daño.

¿Cuáles son las regiones donde se dan más esos casos?

Sacahuí: En toda Guatemala hay casos. No hemos detectado una zona que esté libre de eso, pero mientras más poblada sea una área en especial, hay más probabilidad y mayor riesgo de ser víctima de una bala. Todos somos víctimas potenciales.

¿Cuántas víctimas se registran por ese tipo de hechos?

Sacahuí: Hay un subregistro muy grande; casi no hay denuncias. A través de Facebook recibimos denuncias de dos personas por disparos al aire en Guatemala al mes.

¿Qué hacen con esas denuncias?

Sacahuí: Se les da apoyo y seguimiento. A veces, un apoyo psicológico o en la denuncia. Realizamos sondeos y censos. Compartimos la información. No existe un registro real. Lamentablemente, en las fiestas de fin de año ocurren hasta ocho o nueve casos de personas heridas por balas perdidas.

¿Cómo puede superar una familia este tipo de casos, si un ser querido muere o queda lesionado de por vida?

Sacahuí: Es un problema muy grande, porque realmente estas muertes son injustas, no debieron ocurrir. En mi familia, cuando se acercan las fechas de fin de año, nos recuerda la muerte de mi madre cada vez que escuchamos los cohetillos. Es una paranoia.

¿Es posible que surja un movimiento social contra los disparos al aire, como ha ocurrido con la ingesta de alcohol y la conducción de vehículos?

Sacahuí: La idea es que participemos todos; que la Policía Nacional Civil, el sector justicia y la sociedad civil hagamos nuestro papel. Nosotros buscamos que las personas que realizan estos actos sean señaladas y reciban una sanción social, para que ya no lo hagan.

Nuestra campaña busca este año involucrar a todas las personas, y nos surgió la idea de que cada quien podía, desde su casa con un cartel, rótulo o manta, expresar el mensaje “No más balas al aire”. La idea es que cada quien desde su espacio identifique que no está de acuerdo con los disparos al aire. Luego, publicarlo en Facebook, y compartirlo.

León: Debe haber vigilancia estrecha de las autoridades, porque quien tiene un arma la va a utilizar, no la tiene como juguete.

¿Cuán difícil es cambiar esa conducta?

Sacahuí: Las raíces de este patrón no están en la mente del individuo, sino en la cultura.

Nuestra sociedad está dada a ese tipo de cultura, pero tiene que haber cambios de raíz, en cuanto a las normativas social y legal, así como la educación en el hogar desde pequeño, sobre todo con los juguetes bélicos. También es un asunto de actitud personal.

¿Recomiendan no salir de casa a las 12 de la noche para no exponerse al ver los fuegos artificiales?

León: Es prudente no salir, porque algún energúmeno en el mismo sector puede disparar al aire.

Sacahuí: Lamentablemente, sí. En mi caso, hago llamadas a amigos o mando mensajes de texto donde les pido que no lo hagan para que no sufran lo mismo que mi familia.

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