Guatemala

Contrabando a la vista de autoridades

El contrabando de mercadería se ha convertido en una ocupación cotidiana que se efectúa a la vista de la Policía Nacional Civil (PNC) en  los pasos fronterizos de Tecún Umán, El Carmen y Malacatán, en San Marcos; y La Mesilla y La Democracia, en Huehuetenango.

De un picop se descarga maíz que se compra en México y se traslada al país por el río Suchiate.

De un picop se descarga maíz que se compra en México y se traslada al país por el río Suchiate.

La Cámara de la Industria de Guatemala (CIG) señala que el comercio ilícito representa entre el 15% y el 20% de lo que se consume en el país, pero acotan que el mayor contrabando pasa no por las fronteras sino por los puertos del  país.

La Comisión Nacional Contra el Contrabando   afirma que existen 117 pasos ciegos en  Huehuetenango, San Marcos y Quiché por donde se trasiega mercadería procedente  de México, principalmente combustible.

Para el Ministerio de Gobernación, el combate a esta práctica ocupa  la tercera o cuarta posición de sus prioridades, pese a que   afecta directamente los ingresos del Estado, que actualmente afronta una crisis de recursos.  

Paso  libre

“Lo llevamos para el otro lado por Q10”, ofrecen los balseros a las personas que se acercan a la orilla del río Suchiate, en Tecún Umán,  San Marcos.

En ese lugar se observa que las balsas arriban con toda clase de productos de México sin haber pagado impuestos. Cruzar el río no toma más de 10 minutos, y ya en territorio mexicano se abre un amplio abanico de distribuidores de productos por mayor y menor.

Sin embargo,   el maíz, frijol y combustible llegan  en picops hasta la orilla mexicana  del Suchiate para su trasladado a  Guatemala, en donde se cargan en camiones  para su destino finalm, todo ante la mirada pasiva de agentes de la PNC   y de las fuerzas de seguridad mexicanas.

Rutina

En el lado guatemalteco, a media mañana, dos autopatrullas con cuatro agentes cada una  llegan al río Suchiate y solo hacen un recorrido de  unos 400 metros y vuelven a   alejarse en dirección  al casco urbano de Tecún Umán con  toda normalidad.

Los agentes ni siquiera se bajan del vehículo para tratar de disuadir a los contrabandistas, mientras   dos camiones son cargados con quintales de maíz blanco.

Ese producto es uno de los que más se trasiega,  y tiene un precio de entre Q110 a Q120 el quintal, pero entre mayor cantidad se adquiera el precio disminuye hasta Q105. Se pudo establecer que en promedio el quintal del grano en los depósitos de la capital tiene un precio de Q180 y Q190.

En forma paralela, una balsa llega con  30 tambos con combustible mexicano a  un costo de entre $15 y $18  —entre  Q9 y Q12— el litro.

En los puntos de venta en las carreteras guatemaltecas el galón tiene un precio de Q25 para la gasolina regular, Q30 la súper y Q25 el diésel.

El director ejecutivo de la CIG, Javier Zepeda, señala que a diario ingresan al país entre 200 mil y 250 mil galones de combustible sin pagar impuestos.

Otros productos que entran   son el frijol, que se compra a Q90 el fardo —trae 10 kilos—, y en la capital se cotiza entre Q490 y Q500 el quintal.   
El arroz se adquiere entre Q150 y Q160 el bulto de 25 libras, pero ya puesto  en  comercios se puede encontrar a más de Q300 el quintal.

Sin personal

En la carretera que de Coatepeque va a Tecún Umán se observa que desde el kilómetro 220 hasta el 263 solo hay dos puestos de registro con un autopatrulla y dos agentes cada uno. Los controles están a una distancia de unos 15 kilómetros cada uno.

Esos puestos no disuaden a los contrabandistas, pues los  agentes apenas si se dan abasto para  pedir documentos y verificar que los productos que llevan en picops están en regla.

Uno de los agentes indicó a Prensa Libre que la orden para trabajar de esa forma fue girada por el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla.

La Policía opera de forma parecida en  el tramo   de Coatepeque hacia El Carmen, Malacatán.

Otro agente señala que tienen poco  personal y recursos, lo cual no les permite luchar de manera frontal contra el contrabando, pues mientras ellos revisan un vehículo, pasan camiones, buses y microbuses que llevan maíz, frijol, arroz, aceite y huevos.

En la carretera  de  Huehuetenango a La Mesilla, La Democracia,  hay dos puestos de registro policial  y un   control del Ejército, en Valparaíso.

Al respecto, López Bonilla dice que él no ha girado  instrucciones para que en los puestos de registro se destaquen solo dos policías.

Según el funcionario, en San Marcos trabaja la Fuerza de Tarea Tecún Umán.

Un agente dijo que esa fuerza  llega de manera sorpresiva de la capital. El operativo más reciente que efectuó fue   entre el 6 y el 10 de octubre pasados, y luego se retiró.

“Allí tenemos parte de la Fuerza de Tarea Tecún Umán, que  cubre las rutas principales y los pasos no controlados. No hay ninguna orden del Ministerio —de Gobernación— de que solo haya esos dos puestos. Aquí vamos en orden de prioridades, y el  contrabando es para nosotros como la  tercera o cuarta en donde tenemos que estar trabajando”, aseveró López Bonilla.

El ministro informó que priorizan la  investigación criminal, develación de  estructuras y trabajo de  inteligencia para desarticular  bandas de contrabandistas.

Ismael Cifuentes, portavoz del Ejército, indicó que en Valparaíso,   Huehuetenango, opera un grupo de Seguridad Ciudadana, que tiene un estatus especial con  capacidad para  consignar a quienes incurran en  contrabando y narcotráfico, entre otros.

Mal endémico

Jorge Briz, presidente de la Cámara de Comercio, afirma que el contrabando es un “mal endémico”.

Añade que lo más dañino es el trasiego   que ingresa por los puertos.

“Ese problema del contrabando es un mal endémico del país que viene desde hace muchos años y que no tiene solución”, afirma. Agrega: “Es una práctica de competencia desleal contra empresarios que pagamos impuestos y que  no podemos competir en un mercado con los precios de esos productos. Aunque no tenemos cifras, se ha escuchado que el contrabando puede alcanzar los Q100 millones”.-Con información de Álex Coyoy

Tráfico

250 mil galones de combustible llegan por día al país.

POSTURA

Pasa en puertos

Javier Zepeda, director ejecutivo de la CIG, indica que el mayor contrabando es el que ingresa por las aduanas de los puertos del país.

 “Hay que visualizarlo como un fenómeno que repercute en la salud del consumidor, en la seguridad del país, porque los contrabandistas se convierten en líderes del crimen organizado”, afirma.

Añade que la excusa para el trasiego de mercancía es que contribuye a la economía familiar, pero asegura  que  eso no es cierto.

Zepeda reconoce que hay avances con la Comisión Nacional contra el Contrabando (Conacom).

“La Conacom ha logrado algunos avances, comparado con el gobierno anterior. Esperamos que se institucionalice este ente y que se apruebe la política nacional contra el contrabando”, expresa  el director ejecutivo de la CIG.

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