Guatemala

Pobres resultados

El profesor Darwin Moreno utiliza trozos y reglas de colores para enseñar a contar a los niños de primero primaria, en el Colegio El Roble, de la capital.

En las pruebas de primer ingreso en la Usac, siete de cada 10 aspirantes no superan la de Matemática.

En las pruebas de primer ingreso en la Usac, siete de cada 10 aspirantes no superan la de Matemática.

Moreno, de 23 años, cursa el cuarto año de Psicopedagogía y recurre al juego para facilitar el aprendizaje de la Matemática, con lo que ha obtenido importantes progresos en sus estudiantes.

Utilizar esa metodología también le valió para ser premiado como Maestro 100 Puntos, aunque dicho escenario corresponde a la realidad de un mínimo porcentaje de estudiantes guatemaltecos.

Resultados de las pruebas cualitativas en Matemática y Lenguaje efectuadas por la Dirección General de Evaluación e Investigación Educativa (Digeduca), del Ministerio de Educación, a 117 mil 830 estudiantes graduados en el 2010 —las más recientes—, registra un 5.06% sobre 100, lo que demuestra un pobre porcentaje en el promedio nacional.

Los niveles más bajos de competencia los tienen las graduandas, con 3.47%, contra el 6.60% en varones. Además, es inferior en el área rural, con 3.99%, contra un 5.15% urbano. El sector oficial también tiene resultados más bajos en comparación con el privado, problema que se hace más visible en las jornadas vespertina, doble, nocturna e intermedia.

En cuanto a rama de enseñanza, el secretariado obtuvo el promedio más bajo —0.62%—, seguido del magisterio —1.74%—. El más alto fue para los estudiantes del último año de bachillerato, con 7.81%.

Los bajos resultados en graduandos en las referidas materias reflejan el rezago de Guatemala en Latinoamérica, con un bajo desempeño.

En pruebas a estudiantes de sexto primaria, en Matemática y lectura, en el Segundo Estudio Regional Comparativo (Serce) en el 2008, Guatemala se posiciona como el tercer país —de abajo hacia arriba— en las pruebas regionales, con 456 puntos en la primera materia, y 451 en la segunda. El promedio general es de 500.

lógica e inventiva

Aunque para muchos niños y jóvenes las operaciones aritméticas signifiquen una tortura, estas tienen su razón de ser.

Según Verónica Spross, directora ejecutiva de Empresarios por la Educación, la Matemática permite desarrollar el pensamiento lógico y la capacidad de resolver problemas.

“Se genera un pensamiento basado en el razonamiento” y se desarrolla la capacidad creativa e inventiva. “Una forma de medir esto es por la generación de patentes que produce un país”, dice.

Fernando Rubio, consultor de la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional/Reforma Educativa en el Aula, explica que ahora casi cualquier disciplina científica necesita la Matemática como herramienta de investigación.

tradición humanista

Los punteos en Matemática, más bajos que los de Lenguaje, tienen una razón histórica y son una tendencia regional. “Eso se observa en la producción de ingenieros, científicos y técnicos”, indica Rubio, para quien se trata de una tradición hispana que privilegió las humanidades y a la influencia francesa en el estudio de la Sociología y la Antropología.

A dicha tendencia se suma el que tampoco se han hecho cambios sustanciales en la profesionalización docente.

La falta de capacitación se refleja en las evaluaciones que practica el Mineduc a solicitantes de plazas docentes, que muestran un porcentaje de logro de 36.7%, según las pruebas más recientes.

Rubio añade a ese panorama el déficit existente de profesores de Matemática y la formación pobre del maestro en esa materia, cuyo conocimiento oscila entre quinto primaria y segundo básico.

Guatemala es el país más atrasado de Centroamérica en la profesionalización del magisterio, avance con que ya cuenta el resto, al menos en normativa.

Spross atribuye ese retraso “a que no hemos contado con metodologías adecuadas para la enseñanza de esa materia, unido a la carencia de libros de texto y la escasa capacitación del maestro”.

Aunque el viceministro de Calidad Educativa, Miguel Ángel Franco, reconoce el rezago en la profesionalización del magisterio, lo contrasta con las oportunidades de aprendizaje del estudiante, lo cual marca diferencias.

“Es injusto comparar a un niño del área urbana con uno de la rural, o de un colegio privado con el sector oficial, pues las condiciones son distintas”, indica.

Spross añade la escolaridad de los padres de familia o las condiciones socioeconómicas, que influyen en el rendimiento académico del estudiante.

“Sería interesante llevar al mejor maestro de Matemática a enseñar a una escuela en Soloma, Huehuetenango, a ver si obtiene los mismos resultados”, sostiene Franco.

El funcionario, sin embargo, es consciente de que impera una debilidad en la formación del maestro, por lo que se dejará una nueva propuesta al futuro gobierno.

La propuesta consiste en una reforma en las escuelas normales, para que la carrera sea un bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Educación, por dos años, y luego tres años de especialización en preprimaria o primaria, con acreditación universitaria. “Esto es resultado de una mesa técnica de trabajo, la cual debe socializarse”, advierte Franco.

“Me gusta la mate”

Pero no todo son malas noticias. A partir de los pobres resultados en Matemática, desde 2007 se implementó un programa en el Ministerio de Educación para mejorar la metodología en la enseñanza de esa materia.

El proyecto, llamado “Guatemática” y que cuenta con el respaldo de la Cooperación Jica, de Japón, se inició en cuatro departamentos, y parte de conceptos concretos para aprender a visualizar mejor los números y las cantidades.

El programa abarca todo el país y se le llama “Me gusta la Matemática”.

Aunque Rubio considera que el programa puede tener un impacto positivo, los resultados se obtendrían en 20 años.

“Los cambios de calidad en el aprendizaje son lentos, no se ven cambios importantes en años ni en quinquenios; se ven en una generación”, afirma.

retraso es pobreza

Estar en la cola regional, no digamos mundial, de la enseñanza de la Matemática es una muestra más del subdesarrollo, de cara a un mundo cada vez más tecnificado.

Rubio considera que el país se ve afectado principalmente en tres aspectos: primero, no se cuenta con personal técnico para desempeñar trabajos sofisticados. “En vez de tener maquilas de chips, tenemos maquilas de ropa”, dice.

Segundo, el país debe comprar tecnología, en vez de producirla; y tercero, no se produce conocimiento. “Y una sociedad que no produce conocimiento es más pobre”, enfatiza.

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