Guatemala

Un robo

De una manera alevosa, premeditada y con ventaja (como apuntan los notarios) han sido sustraídas del templo de El Calvario, en Antigua Guatemala, seis obras originales del virtuoso pintor barroco Tomás de Merlo (1694-1739).

Paulo Alvarado

Paulo Alvarado

Seis cuadros grandes, de la talla de lo robado, no se pueden sacar de un templo abierto al público, sin la avenencia y la complicidad de autoridades y personeros del lugar. Por lo mismo, ¿quiénes son los primeros sospechosos? Más importante, ¿por qué la mal llamada “justicia” no actúa de inmediato en situaciones como esta?

En cosa de horas, habrán sido convenientemente escondidos en alguna propiedad fuera del poblado, donde permanecerán lo suficiente para que el escándalo se enfríe, se den por perdidos y con facilidad se les saque del país. No será en una aduana donde los identifiquen y los confisquen. La ignorancia campea entre la mayor parte de la gente, incluidas las personas encargadas de la administración pública.

Aun si se circulan las fotografías de las piezas robadas, ¿tendrán algún interés en hacer algo al respecto? Simplemente sucede que los cuadros (por valiosos que sean para los entendidos) son objeto de una devoción muy llana, o del desprecio de otros que los califican como una de tantas muestras de “idolatría”.

Este es un caso en el que el propio presidente de la República y el ministro de Cultura debieran dejar a un lado la frivolidad de los actos que caracterizan su gestión, para preocuparse personalmente de indagar y, ante todo, resolver con perentoria rapidez su recuperación. Más allá de adherencias religiosas, hablamos de los pocos ejemplares de una cultura colonial guatemalteca que se reduce, desde hace años, a lo que nos produce admiración cuando lo contemplamos en otras sociedades, pero nos deja indiferentes cuando se trata de la nuestra. Qué vergüenza para este país —otra vergüenza más— que es producto de la voracidad y la falta de escrúpulos, con la confabulación de la ignorancia y la apatía.

presto_non_troppo@yahoo.com

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