Guatemala

Zetas asesinan a 27 jornaleros en Petén

Las fuerzas de seguridad calificaron ayer de macabro el descubrimiento de 27 personas asesinadas, que además fueron decapitadas en la finca Los Cocos, La Libertad, Petén.

De acuerdo con las primeras investigaciones del Ministerio Público (MP), la Policía Nacional Civil (PNC) y del Ministerio de Gobernación, todo apunta que las víctimas fueron ejecutadas por el grupo de narcotraficantes denominado Z 200, un ramal de los Zetas, originario de México.

El hallazgo fue reportado por varios pobladores que se acercaron a la finca para comprar queso y crema. Sin embargo, lo que encontraron les erizó la piel: en el patio de ese inmueble vieron los restos de las víctimas, de las cuales al cierre de esta edición solo habían sido identificadas seis.

Esta noticia dio la vuelta al mundo y en pocas horas, diarios de México, España, Centroamérica, Colombia, Perú, entre otros, reportaban el hecho como “el hallazgo macabro en Guatemala”.

Resultado dantesco

Según el MP, el acta del procesamiento de la escena del crimen cerró así: “Un cuerpo completo, 26 cuerpos sin cabeza y 23 cabezas”.

Fueron asesinados 25 hombres y dos mujeres, que estaban atados de las manos, y de los cuales 26 habían sido decapitados.

Los victimarios dejaron dos paredes con pintas dirigidas al propietario de la finca, Otto Salguero. Las leyendas fueron escritas con la sangre, en apariencia, de una de las piernas de las víctimas.

Pobladores cercanos dijeron que los muertos eran trabajadores de la finca Los Cocos, la mayoría originarios de Cerro Chino, Los Amates, Izabal.

Hasta ahora, las autoridades atribuyen la masacre a una supuesta disputa de territorio y una venganza contra Salguero, un supuesto ganadero del área.

Incursión

Según las primeras investigaciones, durante la madrugada de ayer, más de 50 hombres vestidos con uniformes militares ingresaron en la finca, ubicada en el kilómetro 569 de la ruta a El Naranjo, en La Libertad, Petén.

Tanto la PNC como el MP coinciden en que los Zetas llegaron a la finca en 12 vehículos tipo agrícola y, con armas en mano, reunieron a los trabajadores en la casa patronal.

Les exigieron revelar dónde se encontraba el dueño de la propiedad. Al no obtener respuesta, procedieron a asesinarlos uno a uno.

Los delincuentes esparcieron los restos de las víctimas por los alrededorres de la vivienda e incluso una de las cabezas se encontraba dentro de un pozo.

De acuerdo con informaciones obtenidas en el lugar, los delincuentes eran dirigidos por una persona a quien le llamaban Kaibil.

También se estableció que dejaron vivo a uno de los trabajadores, a quien le delegaron el cuidado de varios niños que vivían allí, y que de inmediato fueron puestos a resguardo por las autoridades.

El sobreviviente relató que fue hasta las 5 horas de ayer cuando pudo salir de la finca para pedir auxilio. El problema fue que el poblado más cercano está a más de una hora de distancia a pie.

Las autoridades vinculan a Salguero con actividades del narcotráfico, aunque pobladores aseguran que es un ganadero.

Los pocos habitantes de la región dijeron estar atemorizados, pues temen que ocurra otro hecho similar.

Vinculan secuestro

Las amenazas contra Salguero, en apariencia, iniciaron a principios de mayo, por supuestos malos negocios.

Investigadores afirman que el secuestro de Luis Carlos Bardales Chacón, esposo de Keiry Eunice Franco Salguero, fue perpetrado por los Zetas el 10 de mayo último en San Benito, Petén.

A los familiares de la víctima los plagiarios les exigían Q450 mil para liberarlo. Días después también secuestraron a Franco Salguero y a Luis Bardales Tobar, padre de Luis Carlos y suegro de Keiry, cuando se dirigían a pagar el rescate.

Los cadáveres mutilados de Bardales Tobar y Franco Salguero aparecieron el viernes último por la noche en el 55 kilómetro de la ruta entre La Libertad y Sayaxché, Petén.

En ese lugar fue hallado una nota en la que se leía: “Otto Salguero voy por tu cabeza, Z 200”.

Ayer, integrantes de este grupo lo buscaron en su finca y, al no encontrarlo, asesinaron a sus trabajadores. Dejaron otro mensaje pintado con sangre: “Que ondas, Otto Salguero, te voy a encontrar y así te voy a dejar a tí”.

Vigilancia y escena

Jaime Otzín, director de la PNC, confirmó que en el hecho están involucrados grupos de narcotraficantes que operan en el norte de Guatemala, pero no precisó detalles porque aún se investiga el caso.

El ministro de Gobernación, Carlos Menocal, confirmó la versión de Otzín. “Es una masacre delesnable y se les puede atribuir a los Zetas, pues estos dejaron rótulos por todos lados”, comentó.

Rony Urízar, vocero del Ejército guatemalteco, informó que decenas de militares fueron enviados a la zona de la frontera con México, a unos cien kilómetros de la finca Los Cocos, para evitar que los delincuentes huyan hacia ese país.

“Se ha ordenado vigilancia aérea y terrestre, y estamos coordinando con las autoridades mexicanas para evitar que —los asesinos— huyan”, precisó Urizar.

Debido a la complejidad del hecho, el MP envió siete equipos para procesar la escena del crimen y, al cierre de esta edición, seguían buscando tres cabezas de las víctimas.

Los cuerpos serán enviados a la morgue de Poptún para continuar con los peritajes.

Entre las diligencias se usó un detector de metales para establecer el uso de las armas de fuego, y anoche se reportó el hallazgo de varios casquillos.

La fiscal general Claudia Paz y Paz se comprometió a esclarecer el crimen sin importar las consecuencias ni quién sea el responsable de la masacre.

Petén ha sido utilizado desde hace varios años por grupos del narcotráfico internacional como ruta para trasladar droga que llega a esa zona por vía aérea procedentes de Sudamérica y que luego es trasladada a México.

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