El funcionario refirió que con programas avanzados y métodos forenses se ha logrado incluso identificar a quienes en vida no tramitaron documentos personales.

El entrevistado explicó que si alguien acude al Inacif para buscar información sobre un familiar desaparecido, se le solicitan datos generales, pero sobre todo una descripción física.

Esta información se verifica en un álbum digital, recientemente implementado, donde se registra cada detalle de los cadáveres que son llevados, sin necesidad de mostrar el cuerpo o fotografías que puedan causar impacto emocional.

Garza Grisolia indicó que ahora existe un enlace entre el Inacif y la base de datos del Registro Nacional de las Personas, lo que permite cotejar huellas dactilares.

Otros procedimientos forenses son las pruebas de ADN —ácido que contiene información genética— o de odontología forense, aunque este último método es poco utilizado, debido a que las muestras dentales se obtienen a través de registros que solo poseen los odontólogos que atendieron a la persona en vida.

El portavoz del Inacif añadió que en los laboratorios de esa institución hay muestras dentales de personas desaparecidas, para cotejarlas con las de algún cuerpo similar que reciben. Ese proceso se sigue en la búsqueda de Cristina Siekavizza.

Un cuerpo que es ingresado en la morgue sin identificación debe permanecer por lo menos siete días en condiciones adecuadas, como tiempo prudencial para que alguien llegue a reclamarlo. Si no lo busca nadie es inhumado en el cementerio de la colonia La Verbena, zona 7, donde se habilitó un espacio para ese tipo de casos, según se informó.

Cuando dentro de los siete días establecidos es identificado un cuerpo, puede ser retirado en un lapso de dos horas, pero si ya fue inhumado mediante un acta de defunción, es preciso que un juez emita una orden de exhumación, sin importar el tiempo que haya transcurrido.

En el caso de que se presuma que un cadáver pertenece a un extranjero y que ha muerto en territorio nacional, se fija un plazo de 30 a 45 días para que algún familiar lo identifique o se solicita documentación al país de origen, para practicar las pruebas forenses. Posteriormente los restos son entregados a la familia, por medio del consulado correspondiente.

Días de búsqueda

Los fines de semana es cuando más personas acuden a la morgue a indagar sobre familiares desaparecidos, explicaron trabajadores del Inacif.

También se informó que las pruebas de ADN son gratuitas, y que se les practica a las personas que buscan a algún familiar, para determinar si este se encuentra entre alguno de los cadáveres, aunque para la institución cada prueba cuesta US$300 —unos Q2 mil 400—.

La morgue atiende las 24 horas del día, y toda persona que lo necesite es orientada sobre cómo retirar el cuerpo de un familiar.

Extranjeros

El 28 de junio del 2013, cinco mexicanos y un venezolano murieron en un accidente aéreo ocurrido en Ixchiguán, San Marcos. Para corroborar su identificación, el Inacif solicitó información a los consulados de México y Venezuela con la cual se logró cotejar sus huellas dactilares. Sin embargo, los cuerpos permanecieron en un cuarto frío durante varios días.

El 10 de enero de ese año, en el kilómetro 20 de la ruta al Pacífico, en el camino a Amatitlán, fueron localizados los cuerpos de un guatemalteco y una colombiana. Para confirmar la nacionalidad de la mujer se compararon las huellas dactilares.

La hipótesis del Inacif es que muchos de los no identificados son extranjeros migrantes.

Pasos

El Inacif cuenta con varios métodos  para   identificar cadáveres que son ingresados sin identificación.

Familiares  deben otorgar  información de una persona desaparecida, y esta se verifica    en un álbum digital de la morgue, donde se archivan  datos.

En el laboratorio se comparan huellas dactilares  con información   del Renap  y del Ministerio de Gobernación,  con programas informáticos de punta. 

La odontología  forense  y pruebas de ADN   se utilizan   para  establecer identidades.