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Cuando Dalí nació otra vez

El nacimiento intrauterino, de Salvador Dalí, un óleo vendido en una tienda de antigüedades española hace unos 20 años, por unos €150, ha sido certificada como la primera obra surrealista del artista español, que pintó a los 17 años, afirmaron este jueves expertos en Madrid.

Tomeu Lamo, pintor e historiador del arte, encontró el cuadro en una tienda en Girona (Cataluña, noreste) en 1988, y al sospechar que era una obra de Dalí, pagó 25 mil pesetas, la moneda española de entonces.

“Estaba muy contento. Me sentí como un niño en una tienda de golosinas”, afirmó en una rueda de prensa para dar a conocer las conclusiones de los expertos que han estudiado la obra.

“Cuando vi los colores sospeché que era un Dalí. Yo opinaba eso, pero no tenía elementos. Hice análisis y poco a poco me di cuenta que aquello era un Dalí”, afirmó.

El nacimiento intrauterino, que muestra ángeles flotando en el cielo sobre un volcán, lleva la firma del artista bajo una corta dedicatoria.

Durante años el cuadro fue considerado como la obra de un artista desconocido, ya que la firma incluye la fecha 1896, ocho años antes del nacimiento de Dalí.

Pero, tras someter la pintura a las más modernas pruebas como fotografía infrarroja, rayos X y luz ultravioleta, del 2004 al 2013, los expertos en arte concluyeron que se trataba realmente de un cuadro de Dalí, pintado en torno a 1921, cuanto tenía 17 años.

Estas pruebas revelaron que el motivo fue dibujado con lápiz azul y negro antes de ser pintado con grandes trazos, una técnica que utilizó el artista en otras obras, explicó Carmen Linares, responsable del Departamento de Conservación del Museo Frederic Mars, de Barcelona.

“La fotografía infrarroja ha permitido mejorar la visualización de los trazos negros y constatar la utilización de este recurso técnico, empleado también en otras obras del artista”, explicó.

Salvador Dalí (1904-1989) es considerado uno de los más grandes pintores de la historia, sobre todo por su fase surrealista en la que los sueños, terrores y la realidad se mezclaron con genialidad.