“A diario trabajan un promedio de dos mil 800 unidades. Ese número se mantiene por varias razones, entre ellas mantenimiento, algunos que sufren accidentes y otros que están detenidos por orden del Organismo Judicial y otros que no salen por amenaza de extorsión”, detalló Gómez.

Carlos Sandoval, vocero de la comuna capitalina, confirmó los datos de la Aeua y explicó que las unidades convencionales —buses rojos— son dos mil 766 y del Transurbano hay 450.

“Son 109 rutas del transporte público distribuidas en toda la ciudad. Estas no incluyen las rutas cortas y largas de buses extraurbanos”, dijo el portavoz.

Según Sandoval, a la capital aún ingresan mil 140 buses extraurbanos por el área de carretera a El Salvador, la calzada Roosevelt y el oriente. Ya no lo hacen desde el norte y el sur.

Problemas Recurrentes

Yohana Cabañas, vicepresidenta de la Asociación de Usuarios de Transporte Urbano y Extraurbano (Autue), discrepa de los datos de Aeua, porque no hay cifras oficiales sobre cuántas unidades hay en la capital.

Señaló que por los operativos en campo se maneja un número diario de alrededor de dos mil 500 unidades por todas las rutas, unas 300 menos que las señaladas por los empresarios. Aseguró que eso afecta en forma directa al usuario, debido a que genera problemas para transportarse.

“La falta de buses se refleja en la sobrecarga de las unidades y que los usuarios esperan cada vez más tiempo en las paradas”, dijo Cabañas.

Explicó que estos problemas son minimizados por algunos, pero son más serios de lo que se cree, porque en muchas ocasiones influyen en que las personas lleguen tarde al trabajo y también sufran para volver a casa.

“Los buses sobrecargados provocan accidentes. Hay muchos ejemplos de usuarios e incluso ayudantes que cayeron de las unidades y murieron arrollados por la misma unidad”, declaró la dirigente de Autue.

Édgar Guerra, defensor del Usuario del Transporte Público de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), coincidió con las críticas y afirmó que este inconveniente se suma a la larga lista de problemas que arrastra el transporte público.

Sin Datos Fiables

Cabañas aseveró que el problema se complica porque no hay datos fiables, debido a que “la municipalidad de la capital no cuenta con un dato real”.

Guerra agregó que “debe haber mayor presencia de autoridades en el campo” para verificar la problemática y aplicar sanciones drásticas a pilotos y transportistas que incumplan la Ley o cuando “no tienen la voluntad” de brindar el servicio.

Cabañas también pidió a la Contraloría General de Cuentas que verifique el trabajo de las unidades, “porque hay un subsidio que se paga con dinero del Estado y ellos —transportistas— tienen muchos buses guardados en predios que no circulan”.

Sandoval explicó que la Superintendencia de Transporte Público de la municipalidad capitalina efectúa monitoreos constantes para verificar que los buses circulen en sus rutas.

“La unidad que no circule corre riesgos de ser sancionada o retirada del parque vehicular. Efectivamente, hay buses que no salen, pero notifican a la autoridad”, dijo el vocero.

Problemática -Deberían retirar unidades-

El defensor del Usuario del Transporte Público de la PDH, Édgar Guerra, afirmó que el reglamento para el transporte de pasajeros aprobado en el 2009 refiere que para el 2010 se debió haber contado con flotilla de autobuses nuevos y que debían retirarse las unidades de modelos anteriores a ese año.

 “Debería hacerse un análisis bastante técnico para determinar si es conveniente seguir con las concesiones de transporte a quienes las tienen en este momento”, añadió.

Álvaro Folgar, presidente de la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos (Asopagua), reconoció que “si se basa estrictamente en el reglamento, todos los buses rojos que están circulando son ilegales, porque este manifiesta que desde el  2010 todos los autobuses tienen que ser modelo de ese año o superiores”.

Sin embargo, afirmó que el gran problema para cambiar flotilla es la falta de recursos.