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Génesis de la ceniza

El miércoles 18 de febrero, varios templos católicos estarán preparados para  imponer a los fieles   una cruz de ceniza en la frente, cuyo ritual de  elaboración es discreto y casi privado y es el acto con   que comienza la Cuaresma, período de penitencia anterior a la Semana Santa.

"Conviértete y cree en el Evangelio" es una de las frases utilizadas durante la imposición de la cruz de ceniza en la frente, señal que recuerda el fuego intenso durante el proceso de la transformación.

"Conviértete y cree en el Evangelio" es una de las frases utilizadas durante la imposición de la cruz de ceniza en la frente, señal que recuerda el fuego intenso durante el proceso de la transformación.

El lunes último, en la Catedral Metropolitana, en el segundo piso de la Sacristía, se transformaron las palmas y flores secas que fueron bendecidas el Domingo de Ramos del 2014.

El proceso de quema, pulverización, colado y almacenamiento se lleva dos horas y media.

René Hernández, administrador, y José Alejandro Chávez, sacristán de la Catedral, reunieron los ramos y los trasladaron a un  lugar apartado, para resguardar de las chispas las reliquias del templo.

Media hora de fuego

La preparación de la ceniza conlleva un trabajo minucioso. Se coloca una plataforma metálica de un grosor de 1/8 de pulgada,  para evitar que el hierro se caliente demasiado y ceda a la temperatura. Sobre ella se distribuyen los ramos, que arden rápidamente.

El fuego consume lentamente las palmas, pétalos y tallos, cuyas brasas  deben apagarse solas. Por largo rato se observa el rojo vivo de las pequeñas partes que no se han  consumido. “Hay que esperar”, indica Chávez, aunque comienza a separar con un palo de escoba las cenizas de las partes que todavía arden.

Pasa hora y media, y aunque todavía hay  fragmentos en combustión, se  pulverizan los restos con la mano.

La ceniza se acomoda en recipientes para ser colada una y otra vez, en un proceso paciente y minucioso. Después se llenan frascos donde se guarda hasta el Miércoles de Ceniza, cuando el párroco José Luis Colmenares le agregará aceite santo y agua bendita.

Después, sacerdotes y ministros designados  impondrán la ceniza a los fieles.

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