Comunitario

Predomina robo de patrimonio cultural

La creciente debilidad del Estado en la protección del patrimonio cultural alienta a coleccionistas y delincuentes a buscar y robar piezas para tratar de venderlas fuera de las fronteras nacionales.

El departamento de Prevención y Control de Trafico Ilícito de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura y Deportes tiene un registro de 10 mil 681 bienes que han sido recuperados desde 1998; de estos, 521 son religiosos y el resto son arqueológicos.

El subregistro de patrimonio arqueológico y religioso sustraído de templos y otros lugares puede ser elevado, debido a que solo 274 casos datan desde el 2004, sin tomar en cuenta las denuncias que existen en el Ministerio Público.

Dentro de los artículos robados y los que han sido recuperados se encuentran cuadros, imágenes, copones bañados en oro, coronas y joyas; muchos de estos han sido ubicados por operativos o han sido abandonados por los delincuentes.

Eduardo Enrique Hernández, delegado de la unidad de Tráfico Ilícito, explicó que en el caso de los bienes arqueológicos, en su mayoría son recuperados por medio de las subastas que se hacen en internet, en donde se ofrecen objetos mayas a precios que van desde €3 mil a €15 mil, o bien se encuentran durante operativos en mercados de lugares turísticos como Sololá y en Antigua Guatemala, Sacatepéquez.

Capacitación

Hernández explicó que para resguardar el patrimonio religioso han impartido talleres al personal de los templos para que preserven las imágenes y cuadros, y eviten que sean robados.

Aseguró que existe un folleto que se le ha otorgado al personal en los templos para que se instruyan sobre cómo inventariar y resguardar el patrimonio. Hernández dijo que por la falta de presupuesto no han podido ejecutar otros proyectos.

También expuso que muchos de estos bienes no están registrados y esto es necesario para alertar a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) en caso de robo y evitar que salgan del país.

Para esta labor de registro, Hernández expresó que tampoco tienen suficiente personal, pero continúan en el proyecto aunque ha resultado lento.

La fuente afirmó que en varias iglesias no existe coordinación, debido a que las cofradías están a cargo del templo y muchas veces limitan las funciones del sacerdote para que proporcione de inmediato la información de lo que fue sustraído, lo que complica la recuperación de los artículos.

Encargos

El historiador Miguel Álvarez aseguró que es deber del Estado tener un registro del patrimonio y cuidar del mismo.

Agregó que este tipo de robos siempre han existido desde la Colonia, y en muchas ocasiones no se trata de delincuencia común, sino de personas que encargan las imágenes o cuadros por su amplio conocimiento en el arte.

Álvarez consideró que este tipo de robos existen porque no desaparece el mercado negro.

“Hay delincuencia común y robo por encargo. El delincuente común se roba la Virgen de Fátima porque piensa que se puede vender, pero cuando se roban pinturas de Tomás de Merlo son personas que saben lo que están haciendo, y el que se lo roba es bien pagado”, manifestó.

Situación crítica

El historiador Wálter Gutiérrez indicó que cuando ocurren robos de cuadros son encargos de coleccionistas chiapanecos y guatemaltecos, porque las obras no son de interés en el continente europeo.

En cuanto a la protección del patrimonio, indicó: “Existe una situación crítica porque no se tienen recursos para satisfacer necesidades en salud y educación, mucho menos tendrán para cuidar el patrimonio de las iglesias”.

Agregó que debe existir una alianza entre iglesias y Estado para mejorar la seguridad del patrimonio, y recomendó como medida el registro de las obras.

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