Según el informe, en el 2013 los Codedes programaron dos mil 673 obras por un total de Q1 mil 871.7 millones. De esa planificación se logró un avance físico del 86.4 por ciento, mientras el financiero fue del 69.1 por ciento. No hubo desembolsos en enero y febrero, tampoco en agosto y septiembre.

“El argumento que nos dio Finanzas es que no había recaudación. Además, dijeron que en los primeros cinco meses del año las alcaldías no reportaron ningún avance físico, lo cual era erróneo”, explicó el presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), Isaías Martínez.

Menos proyectos

De acuerdo con Martínez, el problema es que las comunas deberán cumplir con los compromisos adquiridos el año pasado porque las obras ya se realizaron y para ello “se estableció un convenio con Finanzas”, con el que este año se reprogramarán los proyectos.

“Vamos a sacrificar un 40 por ciento de las obras que se había proyectado hacer este año, para pagar la deuda que quedó del 2013, que yo calculo que son unos Q350 millones”, afirmó el directivo de la asociación de alcaldes.

Refirió que se priorizarán todas las obras que tengan relación con el Plan Hambre Cero, como alcantarillado, porque son parte del saneamiento, y la construcción o reparación de escuelas y centros de Salud, porque tienen relación con educación y salud.

Sin embargo, aclaró que quedarán en segundo plano todos los proyectos como calles y caminos vecinales, carreteras, dragados y bacheos, entre otras obras.

“No nos queda de otra, vamos a tener que priorizar, porque hay que pagar lo que se hizo el año pasado. Lo malo es que el problema fue por la mala recaudación, no fue nuestra responsabilidad. Nosotros, como alcaldes y Codedes, trabajamos y programamos de acuerdo con los recursos que se nos estimó en el Presupuesto aprobado”, explicó.

Otros compromisos

Los Q377 millones 754.3 mil se suman a los Q3 mil 500 millones de deuda flotante que mantiene el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) con diferentes contratistas.

Según el presidente de la Gremial de Contratistas de Guatemala, Álvaro Mayorga, ni esa entidad ni la Cámara de la Construcción tienen un cálculo de la deuda en los Codedes, pero la mitad de la inversión en infraestructura es desarrollada por los jefes ediles y los concejos.

Expuso que con la exigencia de los Certificados de Disponibilidad Presupuestaria, el CIV no había contratado más deuda flotante, porque tiene que garantizar que cuenta con los fondos asignados, por lo que esa responsabilidad se trasladaba a las municipalidades, donde esto no se pide.

Descarta pagos atrasados

“No pienso cargar  con el compromiso de la deuda flotante por un año más, ya no estoy dispuesto a sufrir el desgaste de acudir al Congreso para buscar soluciones que permitan pagar los compromisos del Estado”, expresó el ministro de Comunicaciones, Alejandro Sinibaldi.

El funcionario aseguró que en el 2012 y 2013 hizo lo posible porque el Estado cumpliera con los contratistas, pero se aclaró desde el principio que no se usarían recursos ordinarios para eso, porque se sacrificaría la ejecución de nueva obra por cumplir con compromisos de otros gobiernos.

“Buscamos otros mecanismos, se propusieron los bonos, pero hubo desgaste innecesario, así que decidí que no voy a pelear más. Si el Congreso aprueba la emisión de los bonos sin que yo, como ministro, deba pedirlo, entonces se podrá saldar la deuda, de lo contrario, no se pagará”, dijo.