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Los peligros de la carretera al Atlántico

Es una combinación peligrosa de factores: exceso de velocidad o de carga, mal estado vehicular, ebriedad y agresividad al volante hacen siniestra reacción con tramos en mal estado, en construcción o con derrumbes, curvas sin el peralte necesario: hay muchas combinaciones posibles en los 300 kilómetros de la ruta al Atlántico y la prueba es que cada semana hay en promedio dos accidentes.

La combinación peligrosa de factores provoca diversos accidentes en la carretera al Atlántico. (Foto Prensa Libre)

La combinación peligrosa de factores provoca diversos accidentes en la carretera al Atlántico. (Foto Prensa Libre)

En los 85 primeros kilómetros, de la capital al cruce de El Rancho, se reportan varios incidentes, sobre todo en las proximidades de San Antonio La Paz, Sanarate, Guastatoya, San Agustín Acasaguastlán y El Jícaro.

Aunque las cifras de los bomberos, la Policía Nacional Civil y Provial difieren, el mes que se ha producido la mayor cantidad de accidentes este año es junio.

El 1 de ese mes un camión de volteo que iba a excesiva velocidad se salió de control y colisionó con un bus pullman que se dirigía de Cobán a la capital. Cuatro pasajeros murieron.

Al consultar por la cifra de accidentes a la Comisaría 53 de la PNC, reportó solo 40 casos, pero los Bomberos Voluntarios, de la compañía 101, de El Progreso, reporta haber atendido 91 emergencias, 50 de ellas de motocicletas.

En enero cubrieron cinco accidentes, una persona murió y ocho resultaron heridas; en febrero, nueve accidentes que dejaron 15 heridos; en marzo, ocho percances y 11 heridos; en abril, cinco accidentes, con dos heridos; en mayo, ocho accidentes, cinco heridos y nueve muertos.

En Sanarate, la 70 Compañía reporta 60 accidentes de tránsito en un tramo de 25 kilómetros.

FATALIDADES

A la cantidad de choques de vehículos se suman las personas arrolladas por vehículos. La semana pasada, una mujer mujer que no fue identificada murió atropellada por un trailero, en el kilómetro 57, y un menor de 15 años, en El Rancho.

Todavía se puede observar la chatarra de otra tragedia ocurrida el 10 de junio, cuando dos tráileres chocaron de frente en el kilómetro 69; ambos explotaron y murió carbonizado el menor Marvin Ariel Larios Rivera, de 8 años, quien viajaba junto a su padre y hermanos hacia Izabal, después de haber ido a visitar a sus abuelos en San Marcos. El conductor les había dado jalón.

En los últimos seis meses del 2013 los Bomberos Municipales Departamentales de El Rancho reportaron 150 accidentes en el tramo entre los kilómetros 81 y 98 de esa ruta, en los cuales hubo 82 muertos y 68 heridos. La subestación de Agua Salóbrega fue consultada, pero no tiene datos.

EN ZACAPA E IZABAL

El 16 de abril , el jugador del equipo Quiriguá Víctor Burrión se dirigía a Gualán, Zacapa, cuando un neumático de su vehículo estalló, le hizo perder el control y cayó en un barranco, en el kilómetro 166, cerca de la aldea Mayuelas. Probablemente iba a alta velocidad. Murió tras 13 días de agonía.

El 24 de ese mismo mes, el promotor de una empresa de bebidas Guillermo Aníbal López Alonzo, 24, perdió el control de una unidad de promociones, al parecer por lo resbaladizo de la autopista. Volcó y cayó en un barranco. López murió.

César Cáceres, de los Bomberos Voluntarios de la 73 Compañía, de Morales, considera que si bien hay algunas curvas peligrosas, la alta velocidad, la ebriedad y el desconocimiento del terreno son las causas principales de accidentes.

Cita además esos puntos peligrosos, aunque aclara que no lo son “para un piloto precavido, esto es para los imprudentes o ebrios”. La Vuelta del Devanador, ubicada en el kilómetro 249; la curva del Silvino, 260; vuelta del Satélite, 265; la vuelta de la aldea Limones, de la ruta al atlántico, camino a Puerto Barrios, y la vuelta del Infierno, kilómetro 289 de la carretera que conduce a Petén.

“El caso más estremecedor es el de tres mujeres que murieron aplastadas por el contenedor de un tráiler que volcó en El Devanador”, afirma Cáceres.

El alcalde de Morales, Francisco Cappa, planea instalar vallas con avisos de prevención unos 200 metros de cada curva peligrosa, para decir a los conductores que disminuyan la velocidad.

“Nos gustaría dejar libre de accidentes la ruta, pero es imposible; lo que podemos lograr es bajar la tasa de percances”, indica.

Vicente Interiano, alcalde de Lívingston, expresa: “Nosotros ya empezamos, ya rotulamos la Vuelta del Infierno y estamos detectando otras áreas para anunciar lo riesgoso de los tramos”.

El alcalde de Puerto Barrios, José López, señala otra causa usual de accidentes: los animales sueltos, como caballos o vacas, sobre todo entre Puerto Barrios y Santo Tomás de Castilla.

El gobernador de Izabal, Raúl Estrada, pidió controles más estrictos de velocidad a la PNC, en tanto el diputado Marvin Díaz les pone el ojo a los furgones de carga: “Hay que poner mayor atención al transporte pesado, porque no les importa rebasar en cualquier lado”,

NUEVA AUTOPISTA

La construcción de los nuevos tramos de la autopista de Guatemala a Sanarate ha mejorado las condiciones de manejo, pero también ha incentivado que muchos conductores abusen de la velocidad, especialmente en la noche.

Uno de los casos más impactantes ocurrió el 16 de mayo del 2013, en el kilómetro 21, cuando a eso de las 2 horas un camión chocó con un vehículo. Los conductores se bajaron para discutir sobre el pago de los daños. Al lugar llegó el ajustador de seguros, quien también estacionó su vehículo cerca de los otros. Repentinamente, un tráiler que viajaba a excesiva velocidad chocó con los vehículos que estaban detenidos. Hubo siete heridos, de los cuales murieron tres: Vicente Coy Choy, 48; Noé Juárez Reinoso, 64, y Mario Rolando Díaz, 52.

ACCIDENTES -Seis causas-

De acuerdo con socorristas, aseguradoras y autoridades de Protección vial, entre las causas más comunes de accidentes en la ruta al Atlántico figuran las siguientes:

VELOCIDAD: Autobuses y camiones abusan de la velocidad, sobre todo en la noche y madrugada. A menudo no tienen completas las luces o no respetan a los vehículos livianos que van en dirección contraria.

ALCOHOLISMO: Algunos conductores, sobre todo los fines de semana, se exceden en el consumo de bebidas embriagantes, lo cual reduce su capacidad de reacción a la hora de una emergencia.

IMPRUDENCIA: Rebasar en curva, abrirse demasiado o hacer carreras son situaciones que ponen en riesgo a terceros.

CARGA EXCESIVA: Algunos accidentes se dan porque los frenos no funcionan a causa de la sobrecarga de camiones o bien porque los furgones se sueltan de la plataforma e impactan con vehículos en sentido contrario.
 

DEFECTOS: En algunos tramos el peralte de la carretera solo permite ir a menos de 80 kilómetros por hora, por lo cual algunos vehículos derrapan.

DESCONOCIMIENTO: No conocer la ruta o ir con somnolencia son otras causas frecuentes.

VAN CIEN ACCIDENTES

Hasta el 6 de agosto iban cien accidentes de tránsito en la ruta al Atlántico, según cifras del Sistema de Protección Vial (Provial).

53 de estos sucesos son atribuidos al exceso de velocidad. Otros seis casos se deben a imprudencias de los pilotos, como rebasar en curva, conducir bajo efectos de licor o con cansancio. Uno fue por exceso de carga.

Según Érick de León, director de Provial, son frecuentes los percances causados por conductores que carecen de experiencia en el transporte pesado o de pasajeros.