Se supone que Jesús, por ser judío, tuvo su última cena en un jueves de plenilunio, en el 14 del mes Nissan y los primeros cristianos así lo celebraban; sin embargo, en el año 325, en el primer Concilio Ecuménico en Nicea, se decretó que la Pascua Cristiana no podía coincidir con la Judía.
En el año 525, el monje Dionisio el Exiguo estableció en efecto como referencia el equinoccio de primavera —fecha en que la duración del día es igual a la de la noche— que oscila entre el 20 y 22 de marzo, día después del cual se debía observar la primera luna llena, aunque en algunos casos hay una luna “eclesiástica” que fija ciertas excepciones a la regla.
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Mueve todo
A partir de la determinación del Domingo de Pascua queda establecida la Semana Santa, así como la Cuaresma que le antecede, pero también los 40 días hasta la fiesta de la Ascensión y de Pentecostés.
En el 2015, la Pascua fue el 5 de abril y la Cuaresma comenzó el 18 de febrero.
Según el astrónomo español Rafael Bachiller, el 19 de abril es la fecha más frecuente de domingo de Pascua —cae en esa fecha casi cuatro veces cada cien años—. Lo menos frecuente es que caiga el 22 de marzo —solo cinco veces cada milenio—.
Próximas cuaresmas
2015: Miércoles de Ceniza, 18 de febrero. Domingo de Ramos: 20 de marzo. De Resurrección: 5 de abril.
2016: Miércoles de Ceniza, 10 de febrero. Ramos: 20 de marzo; Resurrección: 27.
2017:1 de marzo; 9 y 16 de abril, respectivamente.
2018: 14 de febrero; 25 de marzo y 1 de abril.
2019: 6 de marzo; 14 y 21 de abril.
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