Los representantes de las víctimas también pidieron el testimonio de Yago Pido de Coaña, diplomático español que quedó al frente de la misión de ese país en Guatemala luego del siniestro y de la partida de Cajal y López del territorio nacional.
Llaman a perito
El Tribunal también aceptó escuchar a un perito del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, por solicitud del Ministerio Público (MP), quien tendrá que interpretar los informes de necropsias presentados por los médicos Gilberto Sajché Sosa y Alonso René Portillo.
Sajché Sosa fue declarado incapaz de brindar testimonio en el juicio, debido a que sufre los efectos de un derrame cerebral, como lagunas mentales y desubicación en el tiempo.
La judicatura aceptó ayer la petición de la Fiscalía de no escuchar a Sajché Sosa, quien llegó a la sede del Tribunal y fue visto por las juezas Irma Jeannette Valdés, Sara Yoc Yoc y María Eugenia Castellanos.
Portillo murió, se informó al Tribunal. Las juezas determinaron que era importante conocer los informes de las necropsias practicadas a las víctimas carbonizadas.
Acusación
El MP acusa a García Arredondo de asesinato y asesinato en grado de tentativa, entre otros delitos, por no haber evitado el 31 de enero de 1980 que los agentes policiales a su cargo accionaran de manera violenta contra manifestantes y ocupantes de aquella sede diplomática.
Antecedente
Hecho histórico
La quema de la Embajada de España ocurrió el 31 de enero de 1980, con cauda de 37 muertos, entre empleados, diplomáticos, visitantes, campesinos y universitarios.
Los campesinos manifestaban contra los abusos cometidos por la Policía y el Ejército en Quiché.
El entonces embajador, Máximo Cajal y López, y el campesino Gregorio Yujá Xoná sobrevivieron. Este fue ultimado en un hospital.