Una vecina que reside en La Ranchería aseguró que la calle es uno de los sectores más peligrosos de la colonia. “Los patojos tienen fácil acceso a las armas”, expresó.

“Es cierto, estamos cundidos de delincuentes. Son puros patojos de entre 15 y 20 años. Se reúnen en el campo de La Palangana por la noche y los fines de semana, y se escucha de todo, pues entregan cuentas y se ponen de acuerdo para salir a robar y matar, si es posible”, dijo la mujer.

Los delincuentes tienen años de usar como refugio la colonia, dijo un vecino.

“Roban de todo: carteras, dinero, teléfonos; y a quien se les opone, lo matan. Hasta hacen acuerdos con la Policía”, agregó.

Hace tiempo, una señora escuchó la conversación entre policías de la subestación y un hombre apodado el Lobito, quien intentó escapar en mototaxi. Entre los callejones, agentes le indicaron: “Dejate agarrar, porque vienen los mandos de la Comisaría. Si no, nos vas a comprometer”.

Según la vecina, al terminar un operativo cercano dejaron escapar al Lobito con todo y grilletes.

La residente aseguró que los sitios más peligrosos en la Verbena son La Ranchería, La Tortuga y el asentamiento. En esos lugares siempre hay banderas —vigilantes—, por si llega algún vehículo sospechoso, y para que sus cómplices preparen las armas.

Recuerda a un tal Bryan, visitante asiduo que llega en un vehículo negro de vidrios transparentes a reclutar a jóvenes para los grupos delincuenciales.

“Hay quienes dicen que vive con la exesposa de un cabecilla de una de las bandas, y fue ella quien le permitió tomar el liderazgo”, comentó otro vecino.

Para Juan Pablo Ríos, asesor de la cartera de Gobernación, la habilidad de los jóvenes para conducir motos es vital para entrar a delinquir.

Sin estigmatizar

El ministro del Interior, Mauricio López Bonilla, explica que por medio de los servicios de inteligencia y por la investigación criminal han establecido que muchos de los delincuentes vinculados con robos, sicariato y extorsiones buscan refugiarse en La Verbena.

Añade que convierten los alrededores de la zona 7, y principalmente la calzada Roosevelt, en áreas de operación.

Para combatirlos se creó la Fuerza de Tarea Kaminal, en diciembre del 2012, refiere el funcionario.

López Bonilla añadió: “En La Verbena hay sicarios que operan en otros lugares, pero no en esa colonia. Tampoco hay que estigmatizar (…) Tenemos medidas de control interno con buenos resultados, pero la denuncia ciudadana es crucial”.

Elías Rodríguez, jefe de la Comisaría 14, expresó: “No se debe generalizar, pero hay delincuentes que viven en este lugar; lo sabemos por algunas capturas”.

Exjefes

Dos son olvidados

Los grupos delictivos en la colonia  ya no reconocen al Canguro ni al Marino.  

Los vecinos aseguran que en la colonia La Verbena, zona 7, los delincuentes de ahora  no saben quiénes fueron Víctor Raúl Ibarra Barrios, alias el Canguro, muerto en 1995 y cabecilla de una banda de plagiarios, y Jorge Mario Moreira Reyes, alias el Marino, quien guarda prisión por haber dirigido  a una banda de secuestradores.

“Creo que si vinieran a la colonia, estos mismos patojos los matarían, pues no respetan a nadie”, expresan algunos vecinos.

Otro poblador explica que los grupos delictivos que se han formado son nuevas generaciones que crecieron en la calle.

“Les gusta tener de todo: buenas cosas, sus propias armas y comprarse sus motos, que aparecen solventes”, añadió.

2 Bandas vinculadas con sicariato han sido  desarticuladas.