Guatemala

“No es factible una amnistía” a Ríos Montt, dice jueza Barrios

La jueza Yassmin Barrios, presidenta del tribunal que condenó en mayo pasado al exdictador José Efraín Ríos Montt, opinó que no hay condiciones para que la justicia conceda una amnistía al general retirado.

Ríos Montt no sabe si será amnistiado.

Ríos Montt no sabe si será amnistiado.

WASHINGTON – Años antes de convertirse en la jueza que leyó la histórica sentencia contra Ríos Montt, Barrios ya acudía a trabajar protegida con un chaleco antibalas, escoltada por la Policía Nacional Civil y acechada por las decenas de amenazas de muerte que ha recibido a medida que juzgaba algunos de los casos más delicados de Guatemala.

“Desde el momento en que acepté el cargo, asumí también los riesgos, los cuales son inherentes”, dijo Barrios en una entrevista desde el Departamento de Estado de Estados Unidos, donde recibió el premio a las Mujeres con Valentía que concede actualmente el Gobierno estadounidense.

La jueza, presidenta del Tribunal Primero A de Mayor Riesgo, decidió junto a los otros magistrados de esa corte sentenciar a 80 años de prisión a Ríos Montt, presidente de facto entre 1982 y 1983, al ser hallado culpable de la muerte de mil 771 indígenas ixiles en Quiché durante su mandato.

La histórica sentencia apenas estuvo en vigor diez días antes de que la Corte de Constitucionalidad anulara el fallo por errores durante el proceso y ordenara un nuevo juicio, previsto para enero de 2015.

Barrios y sus compañeros en su tribunal se excusaron entonces de volver a juzgar el caso contra Ríos Montt, pero la jueza opinó que no deberían concederse las peticiones de amnistía que ha hecho el general, y que por ahora han evitado resolver tres salas judiciales.

“En los delitos de lesa humanidad, como los de este caso, no es factible aplicarla (la amnistía), de acuerdo con los convenios internacionales sobre derechos humanos. Pero será la sala (correspondiente) la que se pronuncie sobre esos aspectos”, indicó.

La jueza no quiso dar su opinión sobre si habrá una condena a Ríos Montt en 2015 o durante el resto de la vida del general, que tiene 87 años; pero defendió que el fallo al que llegó su tribunal estuvo bien “fundamentado”.

“Guatemala sabe que tiene jueces íntegros y honestos con los cuales puede contar”, afirmó, pero consideró que aún hay trabajo por hacer para “devolver a los guatemaltecos la credibilidad en el sistema de justicia”.

Barrios ve posible que la Comisión o la Corte Interamericana de Derechos Humanos decidan mediar para impulsar el proceso contra Ríos Montt, como solicitaron en noviembre varios representantes de víctimas de las violaciones cometidas supuestamente bajo su mando.

“De acuerdo con las resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sería factible que lo hiciera”, apuntó la jueza. “Las personas tienen derecho de acceso a la Justicia, y pueden utilizar los mecanismos legales si en el país donde se lleva a cabo no se cumple con los requisitos debidos”, añadió.

No obstante, Barrios cree que la independencia judicial en su país “ha crecido” en los últimos años, como demostró la propia sentencia contra Ríos Montt.

Desde que llegó a la judicatura hace 18 años, la rutina de la jueza incluye afrontar con “dignidad” una lluvia de críticas y amenazas por haber emitido sentencias en polémicos casos de alto perfil, entre ellos varios en los que los condenados eran militares.

La advertencia más rotunda le llegó en marzo de 2001, cuando estallaron dos granadas en el patio de su casa apenas unos días antes de que Barrios emitiera la sentencia que condenó a 20 años de prisión a dos exmilitares por el asesinato del obispo Juan Gerardi.

“Después de que lanzaron las granadas en mi casa, yo tenía que presentarme a la mañana siguiente a celebrar un debate, y me presenté. Siempre he pensado que tenemos que cumplir con nuestro deber, y eso fue lo que hice”, subrayó.

“La justicia es un valor trascendental en una sociedad, y si con mi trabajo puedo contribuir a que los demás tengan justicia, vale la pena los sacrificios que pueda hacer como persona”, continuó.

Barrios también ha soportado críticas por el mero hecho de ser una mujer en un cargo de alto perfil, y admite que la sociedad guatemalteca “todavía es un poco machista”.

“Gracias a Dios, las mujeres hemos ido ocupando mejores lugares, mejores espacios dentro de la sociedad. Se tienen que dar cuenta de que las mujeres de antes no somos las mismas de ahora. Hemos tenido acceso a la justicia, y como siempre he dicho, me educaron para hacer algo diferente”, indicó.

El premio que recibió de manos de la primera dama de EE. UU., Michelle Obama, es para ella “un incentivo para seguir luchando por la independencia judicial” en Guatemala, algo que, pese al impacto en su vida personal, sigue tomándose como “un compromiso profesional y académico”.