Guatemala

El país no está listo para retorno de niños

La migración de menores indocumentados hacia EE. UU. es causada, entre otras cosas, por la violencia en sus diferentes manifestaciones, pobreza estructural y debilitamiento del estado de Derecho, señalaron Sandra Lissette López Palencia, directora del Programa de Incidencia y Prevención, de El Refugio de la Niñez, y Amílcar Vásquez, coordinador de movilidad humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), en el programa Diálogo Libre, que se transmite por Prensalibre.com.

El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson dijo que no descartará el uso de efectivos de la Guardia Nacional para manejar la situación por los menores migrantes. (Foto Prensa Libre: AFP<9

El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson dijo que no descartará el uso de efectivos de la Guardia Nacional para manejar la situación por los menores migrantes. (Foto Prensa Libre: AFP<9

Además, los expertos consideran que el Estado y sus instituciones no están en la capacidad de recibir a los más de mil 600 menores que están en albergues en EE. UU., cuyo gobierno anunció que serán deportados.

¿Es nueva la migración de menores de edad?

López: Consideramos que no es un fenómeno nuevo. Se ha venido dando desde hace décadas. Ahora se está visualizando a causa de los problemas que están pasando los niños en EE. UU., pero no es nuevo.

Vásquez: Los eventos actuales sobre la niñez ponen el tema en las noticias, pero desde hace varios años los niños y adolescentes se han integrado a la migración indocumentada. Esta se ha incrementado, pero no se debe olvidar que desde hace años niños solos o con sus familias migran hacia el sur de México, para trabajos agrícolas, actividades domésticas y otras labores.

¿Cuáles podrían ser las causas de este incremento?

López: Es un tema multicausal. Una es la violencia, la que debemos ver desde varias manifestaciones, como la que se vive en la casa, en la comunidad, en las escuelas. Sin embargo, también la inseguridad, pues las pandillas los obligan a unirse a ellas, por lo que prefieren que se vayan al extranjero.

También la pobreza estructural, la cual hace que niños migren en busca de mejoras.

La pobreza y violencia son problemas estructurales que se deben atacar de raíz, pues de lo contrario continuará la migración.

Vásquez: Muchos niños del altiplano corren el riesgo porque se tiene la costumbre de que el hermano mayor debe sacar adelante a los menores y apoyar en la economía familiar.

López: Nuestros niños deberían estar en la escuela, en lugar de buscar cómo ayudar a la familia.

¿El Programa de Acción Diferida (Daca, en inglés) pudo haber motivado este fenómeno migratorio?

Vásquez: El Daca abre probabilidades a la niñez y adolescencia que entró en EE. UU. antes del 2007 para optar a una regulación migratoria o ciudadanía.

Los republicanos achacan ahora al presidente Barack Obama que su aprobación pudo haber causado un “efecto llamado”, en Centroamérica. En nuestro criterio si influyó, pero también se debe tomar en cuenta que en los últimos años en Guatemala se ha exacerbado la violencia, y esto ha causado fuerte movilidad.

¿Este fenómeno afectará la reforma migratoria que discute el Congreso de EE. UU.?

Vásquez: Esta acción del Daca reduciría la posibilidad de que se retome el debate de la reforma migratoria. Los republicanos se oponen y no van a aprobarla, según nuestros análisis.

¿Cuáles son los principales riesgos para un menor en la travesía hacia EE. UU.?

López: Un niño o niña no acompañado es fácil víctima de violencia sexual o presa de trata de personas con fines de explotación sexual, laboral o relaciones irregulares, como la mendicidad. Son múltiples los riesgos a los que se enfrentan.

Vásquez: Son vulnerables a ser sometidos a condiciones infrahumanas de explotación en todas sus manifestaciones.

Las redes del crimen organizados están bien coordinadas en México y engañan a los niños y padres. Los traficantes hacen creer a los progenitores que quienes están en los albergues, que son deportables, todavía tienen posibilidad de ser tomados en cuenta en la regularización.

Además, las violaciones contra los derechos de los niños también ocurren en el proceso de deportación en los albergues de México y EE. UU.

¿Conocen casos específicos?

Vásquez: En reportes de la Casa del Migrante se ha registrado que en los procedimientos de deportación solo toman en cuenta la irregularidad migratoria, pero no analizan las causas, más allá de lo socioeconómico de cada caso, como la situación de violencia que afecta al menor si su vida está en peligro o es víctima de violencia intrafamiliar.

¿Existe un negocio bien estructurado de la migración infantil?

Sí, y se comercializa la vida de niños y niñas. Un coyote cobra de US$6 mil a US$12 mil por cada uno. Son situaciones que deben poner en alerta al Estado de Guatemala para que los niños no sigan siendo víctimas. Hay casos en los que el niño fallece y la familia tiene que correr con los gastos para traer el cadáver.

¿Cómo se debe tomar la oferta financiera del Gobierno de EE. UU. para contrarrestar la migración infantil?

Vásquez: El vicepresidente de EE. UU., Joe Biden, tiene razón al decirle al Gobierno de Guatemala que nuestros niños se están yendo a causa de la pobreza, la inseguridad y debilitamiento del estado de Derecho. Es una propuesta atinada, pues son las causas estructurales de la migración las que se deben combatir.

¿Qué destino tendrán los niños que serán deportados?

López: Como país no estamos preparados para recibir esta cantidad. No son cien niños, pues se sabe que hay más de mil 600 menores guatemaltecos albergados en EE. UU.

El Estado no está preparado, pero tiene la responsabilidad. Las instituciones que tienen que apoyar son la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, la Procuraduría General de la Nación, el Ministerio de Relaciones Exteriores y otras instituciones.

Se debe hacer un seguimiento psicológico para que sea un retorno seguro y que no regresen a una situación peor.

Vásquez: Se debe implementar un programa integral de inserción y romper el ciclo de migración, para que no vuelvan a intentar irse.

Riesgos de la travesía

Los menores corren graves riesgos en su viaje hacia EE. UU.

Los pasos fronterizos más utilizados por migrantes son Tecún Umán, San Marcos; La Mesilla, Huehuetenango; Bethel y El Naranjo, Petén.

México es el paso más complicado, ya que hay  maras organizadas con nexos con tratantes de personas y  narcotraficantes, como los Zetas, que cobran por el paso de migrantes.

En la tarifa que cobran, los  coyotes agregan  la cuota para los Zetas, para que los dejen  pasar por su territorio.

En la región de la frontera sur de México ha habido desde hace muchos años un  fuerte flujo de niños para trabajo temporal.

Cifras

Mil 600 niños guatemaltecos  aproximadamente hay en albergues de Arizona y Texas.

US$12 mil llega a cobrar un coyote por llevar a un menor a Estados Unidos.