Después de las reuniones en el Palacio Nacional de la Cultura, el canciller Fernando Carrera expresó que Biden les hizo ver que hablar del TPS con Guatemala dependerá de lo que pase con la reforma. La respuesta se daría en diciembre.

“La condición de EE. UU. para hablar del TPS es que tengan ya aprobado algún nivel de legislación de la reforma migratoria. Ellos siguen pensando que tienen una oportunidad política de poderla pasar y el vicepresidente Biden nos pidió que tengamos confianza en que es posible”, indicó Carrera.

El canciller resaltó que la respuesta del TPS que EE. UU. dará a Guatemala será posible “sí y solo sí” se cumple esa condición, al igual que con la petición de aplicar a guatemaltecos el programa de trabajadores temporales.

Sin embargo, si esa complicación no fuera suficiente, Biden también advirtió a las autoridades mexicanas y centroamericanas del riesgo de que, mientras siga alto el flujo de niños migrantes a su país, será más difícil la aprobación de la reforma migratoria.

“Él advirtió de ese riesgo y lo dijo con mucha claridad, tanto en la reunión bilateral —con el presidente Otto Pérez Molina— como en la multilateral, y entendemos el hecho de cómo esto juega políticamente al interior de EE. UU., que es obvio que hay un desafío”, aseguró Carrera.

Pérez Molina solicitó ambos beneficios para los connacionales, al recordar que hondureños y salvadoreños ya tienen TPS.

COOPERACIÓN NUEVA

Como medida para contrarrestar la fuerte migración de menores a EE. UU., ese país implementará en Guatemala un programa durante cinco años por US$40 millones —unos Q312.4 millones— para reforzar la seguridad ciudadana, además de otra cooperación hacia Centro y Latinoamérica para “recibir y reintegrar” a ciudadanos repatriados.

Biden discutió el fenómeno del creciente flujo de niños migrantes a su país, provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, por lo cual, después de su reunión con Pérez Molina, dio a conocer sobre esa ayuda para un programa quinquenal “para aumentar las oportunidades en economía y educación para los jóvenes en riesgo”.

También señaló que EE. UU. invertirá este año US$160 millones en la Iniciativa de Seguridad Regional de Centroamérica (Carsi, en inglés).

Al mismo tiempo, la Casa Blanca divulgaba un comunicado en donde explica toda la ayuda que se le dará a la región.

En Guatemala, el programa de los US$40 millones es de la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés), y trabajará en algunas comunidades con más violencia, para reducir los factores de riesgo que llevan a la juventud a involucrarse en pandillas, y a abordar factores que conducen a la migración hacia ese país del norte.

“EE. UU. reconoce que parte importante de la solución de estos problemas es enfrentarnos a las causas principales y raíces de esta inmigración. En primer lugar, sobre todo la pobreza, la inseguridad y la falta y ausencia de un estado de Derecho, para que la gente pueda permanecer y vivir a plenitud en sus propias comunidades”, expuso Biden.

PUNTOS DE ENCUENTRO

Al final de la cita de representantes de los cinco países, si bien hubo varios puntos de encuentro, el canciller Fernando Carrera reconoció que no se trataba de terminar con acciones concretas.

“No se trabajó con una dinámica que nos llevara a tomar acciones concretas. La idea era que hubiera un diálogo donde intercambiáramos puntos de vista, lo cual significa que hay diagnósticos diversos, no contradictorios necesariamente, y también tenemos propuestas de acción derivadas de esos diagnósticos”, explicó el diplomático guatemalteco.

En esos puntos de encuentro figuran, entre otros temas, reconocer que hay corresponsabilidad de los Estados, que todas las acciones se hagan bajo los principios de la niñez y que se priorice la reunificación familiar.

Las autoridades coincidieron en que la idea de la reunificación podría llevar a los países a un debate, en vista de que hay casos en que la madre está en Guatemala, y el padre, en EE. UU., y se tendrá que definir a dónde se manda al niño.

El Gobierno de Guatemala se comprometió a fortalecer la atención consular en la frontera, para lo cual se destinará más personal a los consulados existentes y se crearán dos nuevos.

ALGUNOS COMPROMISOS

Aunque no se han definido acciones concretas, sí hubo varios acuerdos.

• El Gobierno de EE. UU. se comprometió a buscar mecanismos para que se establezca un nuevo protocolo por seguir cuando los niños sean detenidos, para evitar que pasen varios días en instalaciones inadecuadas.
• EE. UU. también brindará cooperación en varios sentidos a Guatemala, El Salvador y Honduras, en forma independiente, y para Centroamérica, como región, con el fin de desalentar  directa e indirectamente  la migración masiva.
• Guatemala, por su parte, asumió el compromiso de inaugurar dos consulados y tenerlos listos para septiembre, en Del Río, Texas, y Tucson, Arizona.
• Además, el país incrementará el personal en los consulados de Phoenix, Arizona, y McAllen, Texas.
• Los gobiernos de la región buscarán acciones que respeten todos los derechos de la niñez reconocidos internacionalmente.
• Priorizaránmedidas encaminadas a la reunificación familiar.
• Coordinarán más reuniones de seguimiento.