Todos los niños que viven en el país tienen derecho a asistir a la escuela pública, independientemente de su estatus migratorio, tal y como lo establece la ley federal.
En numerosos distritos del país se ha registrado un aumento de estos jóvenes inmigrantes tras la avalancha de 60.000 menores centroamericanos que atravesaron sin compañía de un adulto la frontera sur del país desde octubre de 2013 huyendo de la violencia en sus países.
La llegada de los menores provocó que el Gobierno Federal tuviera que establecer albergues en varias ciudades mientras se establecía la identidad de los menores y si podían ser entregados en custodia temporal a algún familiar en los EE.UU.
Los niños, provenientes de países como El Salvador, Honduras y Guatemala, poco a poco han sido entregados a familiares que viven en diferentes estados del país, en los que el curso escolar ya comenzó o lo hará en las próximas semanas.
El Superintendente de Educación del Estado de Arizona, John Huppentahal, envió este miércoles una carta al Gobierno Federal en la que pide un millón de dólares extra para cubrir el costo de la educación de 202 de niños centroamericanos indocumentados que se encuentran en el Estado.
La encuesta, que se realizó los pasados días 16 y 17 de agosto a mil posibles votantes, tiene un margen de error del 3 por ciento y una fiabilidad del 95 por ciento.