Guatemala

Antropólogos buscarán a migrantes desaparecidos

Una organización de antropólogos inició un proyecto para ayudar en la búsqueda de migrantes guatemaltecos que han desaparecido en la frontera de Estados Unidos cuando intentaban ingresar a ese país. 

Migrantes deben caminar zonas boscosas. (Foto Prensa Libre: AP)

Migrantes deben caminar zonas boscosas. (Foto Prensa Libre: AP)

CIUDAD DE GUATEMALA – Fredy Peccerelli, director de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala, explicó que desde hace tres meses iniciaron la recopilación de información genética de familiares de los desaparecidos para cotejarla con algunos cuerpos de fallecidos en la frontera de Estados Unidos.            

“Vamos a aportar en la búsqueda de personas desaparecidas, que no necesariamente quiere decir que están fallecidos. Vamos a iniciar obteniendo muestras de ADN de familiares, estas muestras irán a una base de datos, serán cotejadas inicialmente con 900 cuerpos que tienen los forenses en Tucson Arizona, de personas que no han sido identificadas que han fallecido en la frontera”, dijo Peccerelli.       

Agregó que familiares de migrantes desaparecidos pidieron ayuda a la Fundación por cuanto “mucha gente a veces no confía en sus autoridades y no denuncia, por eso acuden a nosotros. Creemos que podemos aportarles”.         

Informó que ya se trabaja en un convenido con el gobierno guatemalteco para oficializar el proyecto.         

A Paula Pérez, madre de Amilcar Orozco Pérez el proyecto le da una esperanza: la de encontrar a su hijo.      

“Tenía 16 años cuando se vino, salió de Quetzaltenango, en junio de 2011, la última vez que tuvimos comunicación con él fue el 22 de junio, dijo que estaba en Sonora, México, iba con otros dos muchachos de la misma edad, llamó para pedir dinero para cruzar, pero ya no supimos de él. La persona que contraté me lo perdió, me dijo que mi hijo se había extraviado, me dijeron mentiras sobre lo que les había pasado”, dijo la madre vía telefónica desde Los Ángeles California, Estados Unidos.       

Pérez, quien pagó a uno de los llamados “coyotes” para el viaje de su hijo, sostiene que su sentimiento de madre le dice que está vivo y que algún día llegará a su destino.        

“A veces pienso que fueron traficantes de personas, he llegado a pensar que en algún lugar lo han de tener, lo tienen trabajando o está en un lugar que no pueda regresar”, dijo Pérez.            

“Lo primero para los familiares es tratar de entender qué pasó con su ser querido, hasta hoy no hay una manera ordenada de recibir información, varios de los familiares han hecho su propia investigación, creemos que podemos ayudarles”, explicó Peccerelli.