Soy una persona innovadora, me encanta la creatividad, hacer cosas nuevas. Me fascina soñar. Me gusta mucho la gente y me encanta este negocio de la hotelería.

No creo que estuviera contento encerrado en una oficina. Me gusta la interacción. Me gustan los lugares en donde puedo crear nuevos conceptos.

Me gusta la adrenalina y por eso monto en moto y soy piloto de helicóptero. En pocas palabras, me gusta mantenerme ocupado y estar haciendo cosas nuevas.

Me considero una persona exigente, pero también justa. Como profesional soy creativo, innovador y trabajo mucho en la parte estratégica. También observo mucho la parte financiera para contar con un balance entre soñar y tener los pies sobre la tierra.

Me encanta rodearme de personas que sean mejores que yo, pues no tengo complejos de superioridad. Me encanta contratar a la mejor gente y guiarla, pero dejarla actuar.

¿Cuál ha sido su receta para alcanzar el éxito?

En la parte empresarial, el éxito depende de la diferenciación, de crear algo único y sostenible a través del tiempo.

Para mí, la pregunta fundamental es cómo puedo agrandar mi margen competitivo a través de una mayor diferenciación y de una ventaja competitiva sostenible en el tiempo. Cómo puedo crear innovaciones que generen beneficio para el cliente, ya que a través de ellas me beneficio más de la competencia y de lo que hay en el mercado. Las innovaciones deben ser difíciles de copiar.

¿Cómo lo maneja?

Hay que mantener un balance. No se puede ir a los extremos. Es decir, trabajar duro, pero al mismo tiempo llegar a casa a una hora razonable y dedicar tiempo de calidad a la esposa e hijos.

Esto implica desconectarse de una cosa y posicionarte en otra, a fin de tener la habilidad de hacer transiciones.

En la oficina hago lo contrario. Tengo que desconectarme de lo personal y enfocarme en la compañía.

Esa capacidad de ser como malabarista, de poder estar tirando 10 bolas al aire y cachándolas todas, creo que es un poco la base de cómo hasta el momento me ha funcionado el éxito personal.

¿De dónde viene Fernando Poma?

Nací en El Salvador. A los 7 años tuve que salir porque empezó el conflicto armado interno y hubo una tragedia familiar, por el secuestro y asesinato de un tío, por lo que nos fuimos a vivir a Miami.

Algunos años después regresamos a Guatemala, en donde permanecimos por una década. Por eso es que mis amigos más cercanos son guatemaltecos.

Posteriormente fuimos a Washington un par de años, porque se complicó la situación en el país. De nuevo regresé a Guatemala por corto tiempo, para salir de nuevo a Estados Unidos a estudiar la secundaria.

En ese país me gradué de Cornell University, en Nueva York, y después fui a Europa, donde trabajé por cinco años. Regresé a Estados Unidos a sacar mi maestría en Negocios por la Universidad de Pensilvania, y desde el 2000 he estado en El Salvador con el grupo de Real Intercontinental.

¿Cuáles son los mayores logros del grupo?

El mayor logro ha sido la creación de una estrategia de diferenciación.

Un ejemplo es el Hotel Real Intercontinental Guatemala, donde, por ejemplo, todas las habitaciones tienen ventanas dobles antirruido, oscuridad total por medio de cortinas que se traslapan, radiorrelojes de conexión iPod y camas con colchones especiales, de resortes individuales. Además, los huéspedes gozan del concepto de múltiples restaurantes.

Otro logro es la expansión. En el 2000 contábamos con cinco hoteles, y ahora la cadena tiene 25 ubicados en 10 países, solo en el de Guatemala recientemente se remozaron las habitaciones y otros espacios con una inversión superior a los Q50 millones.

El grupo nació en El Salvador y de allí pasó a Costa Rica, Honduras, y posteriormente llegamos a Estados Unidos, el Caribe, y últimamente a Colombia.

¿Hacia dónde va el sector hotelero en Guatemala?

Guatemala todavía tiene oportunidades de crecimiento en algunos lugares como Panajachel, Río Dulce, Antigua Guatemala o Tikal.

Diría que Guatemala es el país con más oportunidad para generar turismo en la región. El gran desafío es seguir trabajando en el tema de seguridad.

He viajado mucho por el mundo y la belleza de Guatemala es incomparable, pero, lastimosamente, así como nos sucede en El Salvador, tiene la fama de ser un país violento. Si lográramos resolver ese problema, creo que podríamos despegar en turismo.

Otro aspecto importante es generar infraestructura de primer mundo, con marcas internacionales en los puntos turísticos de cada región. Cosa que no hay. Por ejemplo, en Antigua, los hoteles conocidos en Antigua son marcas locales. Si se tuviera una marca internacional con mayor expansión eso pondría a la ciudad colonial en la mirada del mundo entero.

¿Planean seguir creciendo en Guatemala?

En este momento queremos consolidar nuestra operación en el país por medio de las reformas que hacemos. Estamos creciendo en otros rubros como el Grupo Roble, que construyó Metro Centro Villa Nueva, y pensamos en un segundo centro comercial en la carretera a El Salvador, que sería un Multi Plaza. Allí posiblemente haríamos otro hotel, pero no lo hemos decidido.

También tenemos Excel Automotriz y Autofácil, que atienden el segmento de financiamiento para automóviles. La división que más podría crecer en los próximos años en el aspecto de los centros comerciales es Grupo Roble.

¿Cómo ve el aspecto de inversión en el país?

Guatemala tiene muchas cosas positivas, aunque la seguridad es un tema pendiente. Creo que los guatemaltecos, primero que nada, no tienen el problema que tenemos los salvadoreños de la polarización extrema.

Esto no sé si los guatemaltecos lo valoran, pero da la impresión de que en el país se tiene una democracia irreversible. Una democracia granítica en donde el inversionista tiene la seguridad de que se mantendrá un país democrático, y eso inspira confianza.

Es un país en donde las reglas han sido claras y siguen mejorando; es decir que existe seguridad jurídica. Al final, lo más importante es confianza para invertir lo que generará oportunidades y empleo, lo que incrementa la recaudación fiscal para desarrollar programas sociales.

EMPRESARIO Y PADRE SENSIBLE

Fernando Poma se declara un hombre de familia y un empresario exigente, pero también justo con el buen trabajo.

¿Cuál es su mayor aspiración?

Mi mayor aspiración es que mis dos hijos   estén bien y  sean felices dentro de una buena vida familiar. En segundo lugar, seguir haciendo lo que me gusta, y esto es una gran bendición porque trabajo con gente que me encanta, hago lo que me encanta y nunca  llego a la oficina esperando  aburrirme.

¿Qué papel juega  su esposa en su vida profesional?

Raquel  es una mujer  brillante y me ayuda mucho en el tema de relaciones interpersonales.

Es   mi consejera en este campo, pues tiene mucha más sensibilidad que la que yo tengo para poder interpretar ciertas interacciones. Es una persona muy profunda y sensible.

¿Qué es la felicidad  para usted?

Es tener amor en la vida, hacer lo que me gusta y  tener la esperanza de poder lograr algo mejor.
Felicidad significa tener   serenidad interna de que has hecho las cosas bien, de que no has engañado a nadie, porque has sido honesto contigo mismo, con las personas que te rodean  y con la vida.

TRAYECTORIA

Fernando Poma es vicepresidente del grupo Real Hotels and Resorts, que forma parte del Grupo Poma.

Nació en 1971, en El Salvador. A los 7 años se fue a  Miami (EE. UU.), debido al conflicto armado en El Salvador.

Vivió en Guatemala durante una década. Estudió en el Colegio Americano y  concluyó el ciclo de diversificado en Estados Unidos.  

Se graduó en la Escuela de Administración Hotelera de Cornell University.

Obtuvo  una  maestría en Administración de Empresas en la escuela Wharton, de la universidad de Pensilvania, Estados Unidos.

Grupo Poma es una empresa familiar dirigida por Ricardo Poma, de El Salvador.

Las actividades del grupo  incluyen agencias de automóviles, desarrollo inmobiliario y  construcción,  industria manufacturera y hoteles, así como  inversiones en telecomunicaciones.

25 hoteles tiene  a la fecha el grupo Real Hotels and Resorts.