Guatemala

Arístides Crespo oculta contrataciones en Congreso

El diputado más antiguo en el Congreso, con 24 años de labor, dejará hoy la presidencia de ese organismo. En el análisis de su gestión, Arístides Crespo considera que su mayor virtud fue lograr los consensos que generaron calma en el hemiciclo y disminuyeron los zafarranchos.

Arístides Crespo,  presidente del Congreso.

Arístides Crespo,  presidente del Congreso.

Adelantó que el primer semestre del año será clave, debido a la campaña electoral, que definirá la agenda legislativa.

¿En qué se diferencia usted de las administraciones pasadas dirigidas por oficialistas?

El Congreso fue más moderado y tranquilo, aun con las actitudes virulentas de algunos bloques y diputados.

Se logró acercamientos importantes, aunque no se refleje en la aprobación de una gran cantidad de decretos. Comparado con los dos actores anteriores, hubo mucha madurez de la Junta Directiva y de los diputados, que dejaron sus banderas políticas. Un problema del Congreso es que se hace campaña política en el hemiciclo, y eso se redujo. Se evitó la violencia en un 75 por ciento.

¿Cómo quedan las finanzas?

Ordenadas. Tuvimos muchas dificultades financieras. Se hizo muchas readecuaciones. En algún momento se usó ahorros del Congreso, instruidos por el pleno, a petición de la Directiva, pero este año se iniciará con un mejor presupuesto.

Se ejecutó el 95 por ciento de lo proyectado. Casi Q25 millones que no se usaron irán al Banco de Guatemala (Banguat) para las economías —ahorros—.

¿Por qué debe tener ahorros el Congreso?

El Congreso debe usar el dinero en las cosas que le faltan. Tenemos que resolver la falta de espacio físico. Al año se pagan Q13 millones en alquileres de edificios para oficinas. Más de Q150 millones que están en el Banguat deberían usarse para solucionar  ese problema.

¿Por qué esos ahorros no se van al fondo común?

Los ahorros del Congreso se ven desde 2008, cuando se perdieron Q82 millones. Antes se depositaban en los bancos del sistema y nadie sabía nada.

El Congreso es de las instituciones con menos presupuesto. Ese dinero ahorrado, entre comillas, debería usarse en beneficio de la institución.

¿Hay alguna ley que les permita tener los ahorros?

No sé si existe alguna norma legal que nos ampare, pero el Congreso no es la única institución que tiene ahorros.

¿Quiénes más tienen?

Hay varias, no le sabría decir porque parecería que yo le estoy dando el chivo.

Sé, porque estuve allí, que los fideicomisos como el Fondo de la Paz tienen dinero guardado.

Su antecesor dejó crisis financiera por el elevado número de contrataciones. ¿Cuántas personas contrató usted?

No tengo el número, pero las que se hayan contratado son las necesarias para el Congreso.

¿Cuántas?

No sé el número.

¿Podría preguntar?

Tal vez más adelante podría darle un dato.

Diputados coinciden en que el Congreso fracasó por intromisión del Ejecutivo. ¿Fue así?

La subordinación de un Estado a otro es prohibida. Creo que no hubo  subordinación, siempre hay coordinación cuando los presidentes pertenecen a la misma corriente política. La mayor cantidad de iniciativas de ley vienen del Ejecutivo y ellos tienen derecho a buscar su aprobación.

Cuando Roberto Alejos buscó presidir el Congreso para este año, usted se sentó en la silla de la Directiva y no se movió. Los diputados dicen que fue una orden del mandatario Otto Pérez Molina. ¿Qué piensa?

No hubo una instrucción. Si alguien conoce el manejo legislativo soy yo. Disculpe la falta de modestia, pero tengo casi 25 años de estar en el Congreso. Yo sabía que si me movía de la silla elegían presidente y la culpa caería en mí, yo iba a cargar con la responsabilidad política ante mi partido; por eso actué como lo hice. El que estaba viviendo la situación fui yo. Ese fue uno de los momentos más difíciles en mi vida política, y le pido a Dios no volverlo a vivir nunca.

¿Violó la libertad democrática de los diputados que querían elegir  directiva sin el PP?

—Risas— Tan democrática era la actitud de ellos como democrática era la actitud del Partido Patriota (PP) para evitarlo.

Hubo un momento que me salí unos 15 minutos. Regresé porque mi instinto político me hizo regresar. Si no lo hago, nos quitan la presidencia.

Ellos eran mayoría.

Nosotros nos basamos en la ley. Y al final no hubo secretarios para elegir.

¿Fue una estrategia política?

Sí, fue una estrategia. No es antidemocrático porque actuamos conforme la ley. Tan en la ley estaban ellos  queriendo elegir  como lo estaba yo usando los recursos legales para evitar que eligieran.

Una de las mayores críticas al Congreso es la supuesta compra de voluntades. ¿Hay dinero de por medio en las decisiones que se toman?

No puedo indicar que aquí se compran voluntades. Ese es solo un rumor que lo único que consigue es desprestigiar a la clase política.

Mientras se hable así, solo nos desvalorizan. Acepto que hay negociaciones, pero no son económicas.

¿Cuál es la peor decisión que tomó como presidente?

—Largo silencio— Abandonar 15 minutos la silla de presidente la noche de la elección, porque casi hizo que mi partido perdiera la presidencia.

¿Por qué cerró las puertas para jefes de bloques?

Traté de que fuera a puertas abiertas. Lo que pasa es que hay problemas entre los grupos políticos y se tiene la necesidad de 80 votos; obligan a reuniones por separado. Hubo momentos en que nos juntábamos PP, UNE, Creo, Todos e independientes. Otras era Líder y PP. La instancia queda para temas generales.

¿El contralor de Cuentas se elegirá a puerta cerrada?

Hay muchos temas que son políticos y no de los diputados. Habrá que esperar cuál es la decisión política sobre el tema.

¿Cómo prevé este año electoral en el Congreso?

Será difícil para la Directiva porque hay mucha actividad política y de campaña. Los diputados distritales viajarán. Puede existir un abandono del trabajo.

Tendrán que hacer una programación y trabajo intenso en los primeros cinco meses porque después del primer receso se viene   la primera vuelta. Los primeros meses serán clave.

Analizan gestión

Las diferentes bancadas analizaron la labor de Crespo.

Unidad Nacional  de la Esperanza (UNE): La agenda del Legislativo ha estado impuesta por el Ejecutivo, lo que ha limitado impulsar otros temas.

Todos: El  acercamiento y el diálogo con el presidente fue mínimo. Algunas comisiones de trabajo no contaron con el personal ni los recursos adecuados.

Encuentro  por Guatemala: En los diálogos y consensos se excluyó a varias bancadas cuando criticaban los métodos o temáticas a discusión.
Winaq: El  Legislativo y el Ejecutivo han respondido a intereses de grupos de poder. Por lo mismo quedaron pendientes discusiones como la ley de desarrollo rural.

Compromiso, Renovación  y Orden (Creo): Se hicieron negociaciones “a espaldas del pueblo y a favor del Ejecutivo, pero se logró que las cosas caminaran, aunque no fueran las mejores decisiones”.

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